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Una organización usaba el Puerto de Santander para llevar familias iraquíes a Reino Unido en camiones frigoríficos

La Guardia Civil y la Policía Nacional han desarticulado la red que operaba en varios puntos del país | Los propios polizones, entre los que había incluso bebés, alertaron a las autoridades por miedo a morir de frío

DM .

Santander

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Viernes, 19 de enero 2018, 12:20

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Agentes la Guardia Civil y la Policía Nacional, con la colaboración de Europol, han desarticulado una organización en España que llevaba varios años favoreciendo la inmigración irregular de ciudadanos del Kurdistán iraquí con tránsito en nuestro país, desde donde se les introducía en camiones frigoríficos con destino a Reino Unido a través de los puertos de Santander y Santurce (Vizcaya), entre otros métodos.

Las investigaciones se iniciaron cuando en febrero de 2017, en un área de servicios de Ferreruela de Huerva (Teruel), seis inmigrantes de nacionalidad iraquí (cuatro de ellos menores), de la misma familia, fueron localizados en el interior de un camión frigorífico que transportaba mercancías a Reino Unido.

El mismo día se tuvo conocimiento de otro hallazgo de inmigrantes en situación irregular ocurrido en Chiva (Valencia). En este caso, fueron halladas dos personas de origen iraquí en el interior de otro camión, ha detallado la Guardia Civil.

En marzo, en un área de servicio de Villafranca del Campo (Teruel), en el interior de otro camión frigorífico que se dirigía a Reino Unido, se localizó a ocho inmigrantes (cuatro menores) de nacionalidad iraquí. Fueron las personas transportadas en el interior de los remolques quienes dieron la voz de alerta llamando a emergencias ante el temor a morir de frío.

La Guardia Civil y la Policía Nacional iniciaron sendas investigaciones para el esclarecimiento de los hechos. Al detectar coincidencias, se creó un equipo conjunto de trabajo, coordinado por el Centro de Inteligencia y contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), para desmantelar la organización criminal asentada en España y sus ramificaciones en otros países. Se incorporó a Europol, para mantener el intercambio permanente de información con otros países de la UE.

Líder de la organización

Las investigaciones iniciales se centraron en un individuo iraquí nacionalizado español y residente en Valencia, que condujo paulatinamente hasta otros miembros de la red y a los países por los que se desplazaban y residían de forma itinerante para dificultar su detección. Este hombre actuaba como líder de la organización, supervisando las operaciones de traslado de los inmigrantes por los países europeos por los que transitaban, hasta su destino final.

Para facilitar su movilidad geográfica dentro y fuera del espacio Schengen, los miembros de la organización disponían de residencia legal o incluso la nacionalidad de algún país europeo.

Así, con la colaboración de agentes de los países implicados y la participación de Europol, se pudo conocer la estructura de la organización criminal y el modus operandi empleado.

Métodos de grave riesgo

La organización ha utilizado diferentes métodos para el tráfico de personas, si bien el preferente, y que ha supuesto una novedosa modalidad en los procedimientos de este tipo de organizaciones criminales, es el transporte en camiones frigoríficos de mercancías con destino a Reino Unido a través del corredor Cantábrico-Mediterráneo hasta puertos del norte de España como Santurce y Santander o a través de puertos y pasos fronterizos del norte de Francia, como Calais o Dunkerque.

Esta modalidad consiste en la introducción de grupos de entre 6 y 8 personas, generalmente familias con hijos menores de edad (incluso bebés de pocos meses) en el interior de camiones frigorífico con destino a Reino Unido.

Los integrantes de la organización obtenían información detallada sobre del destino de los transportes y aprovechaban el descanso nocturno del conductor del camión para, sin su conocimiento, introducir a las personas en el interior del remolque.

Para ello, recolocaban la carga del camión (generalmente hortalizas) y acondicionaban un pequeño espacio en el que viajaban y se ocultaban las personas. Los encargados de realizar esta maniobra tenían la habilidad suficiente para la apertura de las cerraduras y sustitución de precintos sin que fuera detectado forzamiento alguno, cualquiera que fuera el sistema de cierre del remolque.

El tiempo de estancia en el interior del camión rondaba entre 30 y 40 horas, normalmente vehículos frigoríficos a temperaturas que no superan los 4 grados. La organización era consciente del riesgo que supone este tipo de viajes, actuando «con absoluto desprecio» a la vida e integridad de las personas transportadas, llegando incluso a golpear o suministrar algún hipnótico a quienes entraban en pánico.

Más de un centenar de personas

El precio exigido por la organización oscilaba entre los 3.000 euros por persona para el transporte en camión frigorífico y los 10.000 euros por persona si se trataba de transporte en vía aérea con documentación falsificada o en auto caravanas.

Se incrementaba considerablemente si las víctimas solicitaban el acompañamiento de un 'pasador' de la organización en el interior del transporte. Ello suponía un amplio margen de beneficios, teniendo en cuenta que se atribuye a la organización el tráfico ilícito de más de un centenar de personas en 2017.

El pago se hacía efectivo empleando el método 'hawala' -transferencia, en árabe- o en efectivo o utilizando empresas de envío de dinero, y fraccionando los envíos a nombre de destinatarios (mulas), que prestaban su nombre a cambio de una pequeña cantidad de dinero.

Una vez que tenían asegurado el dinero, la organización recogía a las personas en los lugares convenidos para introducirlas en los camiones. De esta manera, los miembros del grupo se aseguraban la dificultad de detección por los investigadores de cualquier operación monetaria a su nombre que pudiera relacionarlos con actividades ilícitas.

Seis detenidos

El pasado miércoles, 17 de enero, se procedió a la detención de seis personas, cinco en Valencia y una en Bilbao. Se han realizado simultáneamente cinco registros domiciliarios y de un local en Valencia.

Se han intervenido 15.000 euros y 8.000 dólares en efectivo, documentación bancaria, justificantes de remesas de dinero, soportes informáticos y dispositivos móviles cuyo contenido está siendo analizado y varios documentos de viaje. En el operativo estuvo presente una oficina móvil de Europol.

A los detenidos se les atribuye los delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, falsedad documental y blanqueo de capitales. Este viernes han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Teruel, bajo cuya dirección se han realizado todas las actuaciones. De forma paralela, el Juzgado ha ordenado el embargo de una vivienda, un vehículo y el bloqueo de varias cuentas bancarias titularidad de los investigados.

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