La Reserva registra sus mejores cifras desde que se abrió la temporada

Las cuadrillas de Jorge Santos del Hoyo y Jaime Parra de la Fuente regresaron de su expedición por los montes de Liébana con las expectivas colmadas después de completar el cupo de doce suidos que tenían previsto. Aunque no fueron las únicas que bajaron con las previsiones cumplidas, sí que lograron dar caza al mayor número de marranos. Los montes de la Comarca Lebaniega dejaron cifras irregulares, a pesar de la abundancia de gorrinos con la que cuentan sus bosques. Así como algunas cuadrillas consiguieron un pleno de jabalíes, o casi un pleno -como es el caso de los de Domingo Bueno, que se cobraron 11 piezas, y tenían un cupo de 12- para engrosar su cuenta, otras regresaron, muy a su pesar, con las manos prácticamente vacías. La buena fortuna no acompañó a los monteros de Jairo Posada, con el lote de caza de Milebaños. De doce marranos únicamente pudieron hacerse con uno. Una mala jornada para los ojeadores que vieron como sus esperanzas de completar una buena jornada se esfumaban.

Rebosantes de alegría por cazar todos los animales que se les permitía, volvieron las cuadrillas capitaneadas por Juan Carlos Cobo y Carlos Antuñano, que cumplieron con los cinco y cuatro animales, respectivamente, que recogía su cupo y se marcaron sendos plenos. Los de Cobo, con el lote de Valfría, ojearon los montes de Cabuérniga, y los de Antuñano, con el lote de Izara Suano, hicieron lo propio en la zona de Campoo.

De mucha menos suerte gozaron otros monteros que también subieron a Campoo, en concreto los que contaban con el lote de caza de Fuentes Oeste y que está bajo el mando de Alejandro Abad. Los cazadores no pudieron abatir ni siquiera un cochino, y bajaron de su expedición con las manos vacías y la sonrisa helada en el rostro al no poder cobrarse ni una sola pieza. En otras Comarcas merecen una mención especial el lote de Valdeiguña, que completó su cupo con tres suidos abatidos, y las cuadrillas que se echaron al monte en Rionansa. Éstas últimas alcanzaron su mejor resultado con la única cuadrilla capitaneada por una mujer, María Ángeles Molleda, con más de la mitad de su cupo completo. Contaba con seis marranos y sus monteros consiguieron cobrarse cuatro piezas.