«Sé perfectamente cuándo hago bien mi trabajo y cuándo no, soy muy crítico conmigo mismo»

Samuel San José (Santander, 1984) regresó este pasado verano al Racing muy curtido en la Segunda División. Gran conocedor de la categoría, Paco Fernández vio en él una pieza importante para reforzar la defensa. Futbolista con experiencia, a sus 30 años este santanderino apuntaba a titular en el centro de la zaga. Comenzó jugando los cinco primeros partidos, pero la fortuna no le acompañó y, junto al resto de sus compañeros, fue acumulando fallos y derrotas. Un solo punto sumó el equipo en ese arranque. No solo el público señaló a Samuel, también su entrenador. Le sacó del once titular, el equipo comenzó a ganar y, desde entonces, no ha vuelto a jugar. Este próximo sábado ante el Alavés, al estar sancionado Juanpe, tiene una nueva oportunidad. Aunque lucha con Bernardo y Oriol por el puesto, es él quien tiene más posibilidades.

La mayor mejoría que ha experimentado el Racing en todo este tiempo ha sido que ha ganado en solidez defensiva. Paco Fernández ha juntado las líneas, que ahora son mucho más solidarias y se mueven en bloque más engrasadas y coordinadas. Pero la temporada no comenzó así. En los primeros cinco enfrentamientos -ante Girona, Mirandés, Valladolid, Las Palmas y Leganés- se multiplicaron los errores que siempre acabaron en gol. En casi todos, Samuel estuvo presente. Eso fue lo que debió pensar su entrenador para sacarle del once. «Sé perfectamente cuándo hago bien mi trabajo y cuándo no. Soy muy crítico conmigo mismo», admitió el defensa tras el entrenamiento de ayer. El futbolista cántabro no elude el debate sobre su suplencia, lo entiende «como parte del fútbol». Pero también cree que quizás ha sido «el pagano» del mal comienzo. «Ahora es normal que no se toque nada. Han sido semanas en las que el equipo ha jugado bien y ha obtenido resultados, así que era mucho más complicado regresar al once», relata Samuel. «No se perdió por mi culpa, tuve la misma responsabilidad que los otros los diez compañeros que estaban en el campo. Es normal que se cargue sobre mí un poco más de responsabilidad, porque llevo más muchos partidos jugados en Segunda y soy de casa», añade.

No lo dice con tono rencoroso, es una afirmación que argumenta. «A los de aquí siempre nos ha costado un poco más. A Christian Fernández y a Juanjo, que son de mi quinta, también se les ha criticado cuando han fallado. Cuando regresé, sabía que eso podía suceder. Pero vine con todas las consecuencias», recalca.

«Las críticas duelen»

Pero lo que no puede negar es que alguno de esos errores iniciales fueron responsabilidad suya. De todos, el que más puede achacársele «es del segundo gol que encajamos ante el Mirandés, ya que fue de un futbolista -César Caneda- que debía marcar yo en un córner, pero se me escapó». El resto, en su opinión, «han sido fallos encadenados». «Alguien falla un pase, un mal movimiento y, luego, a los que se ve en las repeticiones es a los centrales y al portero. Eso es lo que queda en la retina del espectador, los últimos que participan en la jugada».

El irregular rendimiento de Samuel fue uno de los debates que más comentó la grada durante el inicio liguero. Él prefiere aislarse y, aunque el sábado se le presenta una nueva oportunidad, trabaja «como una semana más». «Justo salí del once en el partido en el que el equipo mejoró (Recreativo de Huelva). Así que eso me perjudicó en el aspecto personal», concluye.

Aunque entiende y acepta que «en el fútbol todo es opinable», Samuel reconoce que estar en el centro de todas las miradas también le afecta. «Las críticas sí que duelen, pero cuando entras al campo se te olvida todo. Al estar en casa se te critica más, pero también tienes más cerca a los tuyos, a los que te apoyan siempre y te hacen sentir bien. Me quedo con eso», explica. «Tengo la gran suerte de trabajar en lo que me gusta, en mi pasión. Por eso no puedo venirme abajo o tener una presión extra por unas críticas», recalca.

Para regresar a la alineación de Paco Fernández tendrá que medirse con Bernardo, que ayer regresó con el grupo, y con Oriol. Además, el técnico asturiano también valora la posibilidad de retrasar a algún centrocampista -Javi Soria- a la defensa, aunque esta posibilidad es mucho más remota. Si no sucede nada extraño, él será el sustituto del sancionado Juanpe.

Enfrente estará el Alavés, al que Samuel conoce perfectamente. Es la ventaja de haber jugado tantas temporadas en Segunda División. «Los vitorianos son un bloque que se ha renovado bastante, muy competitivo y con una defensa muy experimentada». Una buena oportunidad para retomar el buen camino que se torció a última hora ante el Zaragoza. Para ello deberán conseguir un buen resultado, que luego deberán refrendar ante el Llagostera, un rival a priori asequible. Y es que la Segunda División, explica Samuel, «es muy de rachas, lo mismo ganas tres partidos que pierdes otros tres».

Los árbitros

Mientras Paco Fernández decide quien sustituye a Juanpe, hasta ahora titular indiscutible para él, también debe decidir si hace algún otro cambio. La derrota ante el Zaragoza escoció en la plantilla, al haber dejado escapar un punto en los últimos minutos. «Se nos quedó cara de tontos porque ya nos ha pasado más veces. De esto hay que aprender», dijo ayer Francis tras el entrenamiento en La Albericia. Aunque también les pesa mucho el error de Lesma López en el penalti no pitado a Koné. «No se podía hablar con el árbitro, intenté hablar de buenas pero fue imposible», comentó el lateral gaditano. Algo que su compañero Samuel también certificó. «No sirve para nada comentar sus actuaciones. Más que de sus decisiones nos quejamos de sus formas. Quizás han hablado entre ellos y se han puesto una coraza para aislarse. Esa no es la manera, se puede dialogar y dirigirse a los futbolistas de otra manera».