Las carabelas portuguesas regresan a las playas cántabras: 84 picaduras en siete días
Cruz Roja puso este miércoles la bandera por peligro de medusas por primera vez en el verano en un arenal en Cantabria, en El Sardinero
Miércoles 30 de julio. Son las siete de la tarde y los socorristas de Cruz Roja deciden colocar la bandera de aviso por medusas en ... la primera playa de El Sardinero. Es la primera vez en lo que va de verano que se dan los criterios para poner el distintivo en una playa cántabra: seis picaduras o más en tres horas y media o menos. La bandera fue amarilla -sin prohibir el baño- para lanzar un mensaje claro: atención bañistas, precaución por la presencia de carabelas flotando en el agua
Tras este gesto de izar la bandera por primera vez en el verano, una realidad que era cuestión de tiempo: tarde o temprano la carabela portuguesa regresaría este verano a las playas cántabras con su imponente vela tras ser ya una habitual desde 2023. La Cruz Roja registró la primera picadura de carabela portuguesa de esta temporada el pasado 24 de julio y, desde ese día, los puestos de socorro han anotado hasta 84 en siete días (con datos cerrados hasta este miércoles). Por suerte, todas leves, aunque desde la organización reconocen que «ha habido algún traslado al hospital porque no remitía el dolor, pero ha sido algo puntual». Para contextualizar la cifra, a estas alturas el año pasado se habían contabilizado 52 picaduras (32 menos), mientras que en 2023 eran 102.
¿En qué playas han sido las picaduras? «En prácticamente todas», insisten en la Cruz Roja, desde donde desglosan los casos por las zonas en las que dividen los arenales: 43 en la parte central (Santander, Marina de Cudeyo, Ribamontán al Mar, Santa Cruz de Bezana, Piélagos, Camargo); 32 en la occidental (Comillas, Alfoz de Lloredo, Suances, Miengo, San Vicente de la Barquera) y 9 en la oriental (Laredo, Noja, Santoña, Bareyo). El fenómeno no es exclusivo de Cantabria y en los últimos días se han avistado ejemplares en las costas de Galicia, Asturias y País Vasco.
La carabela portuguesa ya es vieja una conocida en Cantabria en los últimos años. Aunque nada ni similar a lo que ocurrió en 2010, cuando se llegaron a recoger más de dos millares de esta especie que flota en el mar en Cantabria. Mal llamada medusa -en realidad es un conjunto de microorganismos marinos de la especie Physalia physalis- llega al Cantábrico de aguas abiertas del océano Atlántico Norte en un largo viaje en el que intervienen, sobre todo, vientos y corrientes: «También la temperatura, cuanto más caliente el agua, más probable que haya carabelas», puntualiza David Peinado, responsable de Socorros y Emergencias de Cruz Roja en Cantabria. Así que ese calentamiento del agua que experimenta el Cantábrico en los últimos años es el caldo de cultivo perfecto para que las carabelas portuguesas proliferen.
Peinado también da una serie de consejos ante el avistamiento o picadura de carabela portuguesa:
¿Qué hacer si veo una carabela portuguesa?
Pasos a seguir
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1
No tocar la carabela y alejarse de la zona.
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2
Si el puesto de socorro está abierto (en horario de 11.30 a 19.30 excepto las dos playas de El Sardinero y la Magdalena que amplían horario de 10.00 a 20.00 horas) acudir y dar aviso.
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3
Si no hay socorristas, no tocarla y comprobar que no hay restos de tentáculos cerca.
¿Y si me pica?
Pasos a seguir
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1
Retirar con un guante o pinzas (si es posible) los tentáculos o restos de la carabela.
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2
Limpiar la zona con agua del mar o suero fisiológico. Nunca con agua dulce.
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3
Aplicar en la zona afectada agua caliente. Los socorristas usan unas bolsas de agua para aplicar directamente en la zona.
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4
Evitar rascar y frotar la zona
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5
Ante vómitos, mareos o persistencia del dolo acudir a un centro médico.
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