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Medio centenar de aficionadas racinguistas se acercaron ayer hasta el Parque de Las Llamas para mostrar su apoyo al equipo.
El Racing también es de ellas

El Racing también es de ellas

Las aficionadas verdiblancas están seguras de que se conseguirá el ascenso, cuestión de «intuición femenina»

daniel martínez

Sábado, 21 de mayo 2016, 08:03

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Los sentimientos no entienden de color, condición social ni mucho menos de sexo. Lo demuestran cada fin de semana las cientos de mujeres que se acercan a los Campos de Sport para apoyar al Racing o siguen al conjunto por los estadios de toda España. Quizás no muevan más las banderas ni sus gritos son más ruidosos que la hinchada masculina, pero ni mucho menos se quedan atrás. Lo volverán a demostrar este domingo en el transcendental partido contra el Reus en el Sardinero. «Nosotras lo vivimos mucho más que ellos. En Ferrol hasta nos quedamos roncas de todo lo que gritamos y de lo que lloramos», afirma Marisol, miembro de la peña Núkleo Asón, que afirma orgullosa que ya han llenado el autobús para ir a Cataluña dentro de siete días.

Ayer, reunidas por El Diario Montañés para plasmar en una fotografía su apoyo a la plantilla a pocos metros del lugar en el que los jugadores tendrán que cumplir con las expectativas creadas, se mostraban convencidas de que el equipo santanderino ya tiene un pie en Segunda División. Gema, Rosi, Itxiar y Ioana no lo dicen por decir. No es solo un deseo. Ni es fruto de un análisis concienzudo de un rival al que consideran inferior. Que también. Porque aunque los sentimientos de todos los seguidores verdiblancos sean los mismos, ellas cuentan con una ventaja. «Ganamos sí o sí. Es intuición femenina», contaban medio en broma medio en serio. Un argumento poco científico, pero tampoco el fútbol es solo las matemáticas de sumar los puntos de las victorias y los empates ni la física que explica cómo el balón sale despedido cuando recibe la fuerza del chute.

Ni una de las más de cincuenta aficionadas que llegaron ataviadas con bufandas, camisetas y gorros para la ocasión tenía dudas de que El Sardinero va a empujar al Racing en esta primera batalla contra el conjunto tarraconense para asegurar la victoria. O por lo menos están seguras de que si algo no sale como estaba planeado no va a ser por la falta de apoyo desde la grada. Ni del de ellos, ni la de ellas.

Desde las más pequeñas, que tenían el carné del Racing nada más salir de la sala de partos dicen que el sentimiento racinguista se transmiten de madres a hijas hasta las más veteranas. En ese grupo de seguidoras jubiladas está Teresa Rodríguez, que desde el año 1973 es abonada del conjunto de la capital. «Me hice por mi marido y empecé a venir al Sardinero cuando solo éramos 20 o 30 mujeres en las gradas. Entonces el fútbol era cosa de hombres», cuenta esta aficionada, que es de las que te sabe decir todas y cada una de las alineaciones del equipo de los últimos años. Verdiblancas de toda la vida. Suele ir acompañada al Sardinero por sus amigas Dolores Fernández y María del Carmen Nieto. La primera se aficionó este mismo año al fútbol: «Me lo decían las amigas pero no me llamaba mucho, pero empecé y estoy encantada. Ahora vengo con mi nieto de catorce años y no pienso perderme los partidos del ascenso a Segunda».

Ella también se hizo por su marido, pero reconoce que en los momentos malos era ella la que sabía aguantar mejor los disgustos. «Cuando perdíamos decía que no lo aguantaba más, que para esto se hacía del Pontejos o de cualquier otro equipo de Regional», recuerda. Si es posible, también estará en Tarragona.

A María del Carmen, que estuvo en el ascenso que protagonizaron los cántabros en Oviedo y Salamanca también en los descensos de Vallegas y del Calderón le pone muy nerviosa la gente que dice que además del Racing es el Madrid o del Barça:«Si se es del Racing se es del Racing. Reconozco que después de mucho tiempo, cuando entraron Harry y todos estos, me borré. Ahora he vuelto». Mientras se colocan para la foto, intercambian algunas impresiones. «Hay que ganar, pero un empate a cero tampoco es mal resultado». Lo dicen las expertas.

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