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Multitudinaria fiesta de La Folía

Multitudinaria fiesta de La Folía

El fuerte viento y las olas impidieron que la procesión marítima se adentrase en mar abierto

DM .

Domingo, 10 de abril 2016, 21:32

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La Virgen de la Barquera fue llevada a las aguas por las que, según la leyenda, llegó en un lejano martes de Pascua florido. Eran aproximadamente las 19.10 horas cuando la patrona barquereña fue embarcada en el pesquero 'Marcelina Lecue', siendo recibida por los toques de sirena del resto de embarcaciones, mientras se lanzaban al aire cientos de cohetes y la banda de música hacía sonar la 'Marcha real' como muestra de alegría al rememorar este acontecimiento, como se viene haciendo año tras año.

Era el momento cumbre de este popular festejo declarado de Interés Turístico Nacional. Tras el embarque, el 'Marcelina Lecue' tomó la cabecera de la procesión marítima en la que participaron el resto de embarcaciones que desde hacía tiempo esperaban en la bahía, repletos por los romeros que las medidas de seguridad permiten y engalanados de banderas y estandartes.

En esta ocasión, ante las adversas condiciones de la mar por el fuerte viento y una climatología cambiante, la procesión marítima apenas se prolongó durante 15 minutos por el interior de la ría, no llegando a salir ninguna embarcación de la bocana del puerto, especialmente después de que la Capitanía Marítima se lo prohibiese a los pesqueros de menor tamaño y lo dejase bajo la responsabilidad de los patrones para los de mayor envergadura. Había unas olas de 35 metros, por lo que decidí no arriesgar. La Folía es una fiesta para divertirse y no para poner en peligro a nadie, manifestaba José Domingo Lecue, patrón del 'Marcelina Lecue' que, a pesar de ello, se confesaba emocionado y satisfecho por colaborar para cumplir con la tradición de los barquereños.

Esas condiciones climatológicas no fueron un obstáculo para que miles de personas se dieran cita durante el fin de semana, pero muy especialmente el domingo, en San Vicente de la Barquera, para disfrutar de esta fiesta centenaria y marinera. El acto central comenzó puntualmente a las 17.30 horas, momento en el que la Virgen de la Barquera salía de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles entre los repiques de las campanas y el fervor de los numerosos devotos que la esperaban para acompañarla a lo largo de la procesión terrestre que la llevó por las empinadas calles de la Puebla Vieja hasta el antiguo puerto pesquero.

La patrona, de estreno

La patrona barquereña se presentaba con sus mejores galas, el vestido y el gran manto azul que estrenó el pasado año, regalado por una devota y que fue elaborado en un taller especializado de Sevilla, luciendo un nuevo faldón para las andas y un gran adorno floral de rosas rojas y astromelias blancas.

Acompañada por los 44 miembros de la Banda de Cornetas y Tambores de San Vicente, la Virgen de la Barquera fue llevada a hombros por los 54 picayos que la portaban en grupos de 12 que se iban turnando para hacer más llevaderos los 400 kilos de peso.

Entre ellos, como viene haciendo desde hace ya 15 años, se encontraba Tomás Felices, un vecino del cercano pueblo de Lamadrid que comenzó porque en ese momento su entonces novia era picaya, pero fue tal la satisfacción que sentí que decidí seguir, y aquí estaré hasta que me echen manifestaba.

El futuro para continuar esta labor está asegurado, ya que cada año se incoporan nuevos jóvenes. Como Borja García, que con sus 17 años este año la llevaba por primera vez. Quería ayudar con la fiesta y vivir esta experiencia tan bonita aseguraba, señalando que el peso no era un problema: te carga el hombro, pero es llevadero.

El momento estelar de las picayas

Tras pasar por las principales calles de San Vicente, la comitiva se detuvo en la rebautizada avenida de Los Soportales, en donde las picayas protagonizaban el otro momento estelar de la fiesta con la actuación ante su patrona, rodeadas de miles de personas que en ese momento guardan un emocionante silencio para escucharlas que solo se rompe al final de su actuación con los aplausos y los "¡vivas!" a la Virgen.

Dieciséis fueron las jóvenes elegidas, la máxima capacidad que permite la anchura de la calzada para hacer los pasos de la actuación. Entre ellas seis que lo hacía por primera vez, como Andrea Franco, que con sus 16 años se mostraba emocionada y nerviosa ya que además sería la encargada de dar la primer voz para que el resto del grupo la acompañara.

Autoridades

Entre las miles de personas que ayer se dieron cita en San Vicente se encontraba el Obispo de Santander, Manuel Sánchez Monje, que presidía esta ceremonia por primera desde su toma de posesión, mostrándose emocionado al comprobar la masiva participación y la devoción de los barquereños y visitantes hacia la patrona.

Como él también estaba el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, un fijo siempre de esta fiesta. Acudir a La Folía es una obligación, pero además en mi caso es también una devoción que mantengo desde siempre y mantendré mientras puedo, señalaba al tiempo que confesaba en el plano personal le he pedido a la Virgen salud para mantenerme al menos como estoy a lo largo de la legislatura y en general pido que tengamos un gobierno con el que podamos dialogar o quejarnos, pero no estar en esta situación en la que nos envían cartas y luego no encuentras interlocutor para dirimir sobre esos asuntos. Pero bueno, parece claro que eso ya es imposible y habrá que esperar a que se celebren nuevas elecciones, manifestó.

Junto a Revilla también esta la vicepresidenta regional, Eva Díaz Tezanos, el consejero de Educación, José Ramón Ruiz, y el alcalde barquereño, Dionisio Luguera, acompañados por senadores y diputados nacionales y otros alcaldes de la comarca.

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