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. Javier Rosendo

Un argayo de 50 metros corta al tráfico la variante de Santillana

Obras Públicas mantiene cerrado el vial «por seguridad» por si se repiten nuevas réplicas

Sara Torre

Santander

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Miércoles, 21 de febrero 2018

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Un gran corrimiento de tierras ha obligado al Gobierno regional a cortar completamente al tráfico la carretera CA-137, a la altura del kilómetro 2,2, en concreto entre el cementerio de Santillana del Mar y la entrada al pueblo de Arroyo, localidad que casualmente el año pasado quedó prácticamente aislado varios días como consecuencia de otro argayo.

El problema principal del desplazamiento del terreno no viene dado por la cantidad de tierra que se ha movido, sino por si pudiera seguir avanzando. Ante esta situación, la Consejería de Obras Públicas ha optado por cortar la vía antes de proceder a limpiar los restos de tierra «por motivos de seguridad». Como es habitual, junto al corte, se señalizaron las alternativas por las que podrían circular los conductores.

Desde la Dirección General de Carreteras han explicado que no se va a proceder a limpiar la vía hasta que no exista la seguridad de que la tierra afectada por el corrimiento no vaya a caer sobre la carretera. «Aunque por la parte de abajo no se ve, en la parte superior hay grietas importantes en la tierra debido a lo que está lloviendo, así que por seguridad, hasta que no se tenga claro, no se va a realizar la limpieza», afirman desde la Consejería, a lo que añaden que «limpiar la carretera, la podríamos limpiar ahora mismo, pero hay que hacer una serie de estudios en el terreno y será después, cuando tengamos claro qué intervención se va a hacer en el talud, cuando se proceda a actuar», recalcan.

Sobre el plazo que se estima para llevar a cabo las actuaciones necesarias para la apertura del vial, se indica que «a la mayor brevedad habrá una solución técnica para que no haya ningún tipo de merma en la seguridad de los vehículos». Será entonces, cuando se tenga la «certeza» de que no se vuelve a producir un deslizamiento, cuando se proceda a los trabajos de limpieza, que no preocupan demasiado al Ejecutivo, «porque si sólo fuera eso, ya podría estar hecho».

El caso recuerda a los propios técnicos que visitaron la zona al argayo ocurrido el año pasado en el pueblo de Arroyo, que dejó prácticamente aislado al pueblo, cuyos vecinos tenían que dar una gran vuelta para salir de su casa o volver a ella. Precisamente aquí también se tuvo que concretar la peligrosidad del corrimiento antes de proceder a una limpieza y, finalmente, se decidió construir una escollera que evitó que siguiera cayendo tierra, ya que, además, no era la primera vez que había desprendimientos y el anterior se había saldado con la rotura del depósito de agua, ubicado en dicho punto.

El teniente Alcalde del Ayuntamiento de Santillana del Mar, Ángel Rodríguez, recalcó que se trata de una competencia que al Consistorio le es ajena y que carece de información al respecto, pues «es el Gobierno regional quien se debe hacer cargo».

Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Agustín García, alertó por la mañana a través de las redes sociales de lo que en principio catalogaba como «un pequeño argayo». Horas más tarde, se volvió a personar en el lugar y publicó que «después de un segundo análisis, parece que el tema del argayo es más serio de lo que inicialmente parecía». Estimó que tiene unos cincuenta metros de largo, treinta de ancho y cuatro o cinco de altura. «El volumen de material a retirar será de unos tres mil metros cúbicos», estimaba, y responsabilizaba del hecho a la cayuela existente en el lugar. «Esperemos que la Consejería de Obras Públicas y sus técnicos solventen este tema rápidamente, aunque me temo que habrá argayo para rato», finaliza el concejal, que se muestra en este tema, «una vez más, a disposición de los vecinos».

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