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La Plaza del Alzamiento pasa a llamarse Plaza del Alzamiento de 1808. La calle Canarias, de las Islas Canarias. La calle Batalla del Ebro se llamará Río Ebro. Héroes del barco Baleares cambiará por Islas Baleares. Simancas pasará a denominarse Villa o Archivo de Simancas. Y Héroes de la Armada pasará a llamarse calle de la Armada Española.
En busca del nombre perdido

En busca del nombre perdido

La Comisión de Historia debe buscar nueva denominación para 16 calles que pierden su nombre franquista, aunque no hay plazo

Juan Carlos Flores-Gispert

Viernes, 8 de abril 2016, 07:34

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Aprobada la eliminación del nombre franquista a 24 calles de la ciudad, se da un gran paso para aplicar la Ley de la Memoria Histórica del año 2007. Queda ahora otro trámite: encontrar un nombre democrático para esas nuevas calles. La comisión de expertos creada por el Ayuntamiento para decidir qué calles deben ser cambiadas de nombre decidió al tiempo la nueva denominación para seis de ellas. Ahora, la Comisión Municipal de Historia debe encontrar nombres para vías tan destacadas como General Dávila y Camilo Alonso Vega.

Como explicó el alcalde Íñigo de la Serna tras aprobar el Consejo Municipal de Cultura la lista de calles que deben variar de nombre y los dos monumentos a eliminar, «el cambio de denominaciones afectará a 15.462 vecinos». De la Serna confirmó que hay decenas de propuestas para nuevos nombres. Entre ellas, las del Centro de Estudios Montañeses, cuyo presidente, Francisco Gutiérrez, ha formado parte de la comisión de expertos que en los últimos cinco meses ha debatido sobre el cambio de calles. Para la veterana institución, las calles deben recuperar el nombre histórico que tuvieron antes de la dictadura de Franco. Pero esto solo sucede en dos calles: Alcázar de Toledo y General Dávila. El resto son calles de nueva traza.

Hay dos propuestas del doctor en Historia Antonio Santovenia a la comisión de expertos. Propone que Alcázar de Toledo pase a llamarse calle de la ánimas y General Dávila sea renombrada como paseo de Sánchez de Porrúa. En el primero de los casos, el nombre franquista le fue asignado en 1937, según el que fuera cronista de la ciudad José Simón Cabarga. La denominación de esta vía fue, en un principio de las ánimas y, desde 1911, del Primero de Mayo. Argumenta Santovenia que no sería posible devolver el nombre de Primero de Mayo, pues ya se aplica hoy a una vía situada entre las calles Eduardo García del Río y Joaquín Salas.

Se movilizan el padrón, Urbanismo y la Comisión de Historia

  • Así se harán los cambios de nombres

  • Para renombrar las calles franquistas, la Comisión de Historia tendrá en cuenta el listado que tiene la Concejalía de Cultura con propuestas de ciudadanos particulares, colectivos o asociaciones para nuevos nombres. La Comisión de Historia tendrá que diseñar «una metodología de trabajo que incluya los criterios sociales, históricos o de identidad a seguir en cada caso, para abordar la nueva designación de las 18 calles que por consenso deben ser modificadas». Además, el Ayuntamiento va a encargar a los servicios municipales responsables de Estadística, Padrón y de Urbanismo que reflejen las recomendaciones técnicas sobre plazos y pasos a seguir a la hora de abordar cada cambio.

En cuanto al paseo del General Dávila, fue denominado en principio de El Alta y desde 1909, paseo de Sánchez de Porrúa. Denominarlo de nuevo de El Alta, esgrime Santovenia, daría lugar a confusión con la calle Alta. Sánchez de Porrúa fue un prohombre santanderino. La denominación paseo de Sánchez de Porrúa fue acordada en un pleno celebrado el 23 de abril de 1909. En realidad, lo que se deseaba era perpetuar la memoria del naviero y comerciante santanderino Indalecio Sánchez de Porrúa y de Lubaul, fallecido en su ciudad natal el día 19 de marzo anterior, a los 97 años edad; el mismo había sido miliciano nacional en la Primera Guerra Carlista (conflicto bélico durante el cual tuvo un papel notable en la defensa de Santander), impulsor de la Compañía del Ferrocarril de Isabel II (donde ocupó muchos años el cargo de director-gerente), fundador de la Unión Mercantil, último prior del Tribunal del Comercio de Santander, miembro en dos ocasiones de la corporación municipal (una de las cuales iba a coincidir con la epidemia de cólera de 1865, situación en la que hizo una labor muy destacada), alcalde interino y pionero en edificar en el paseo del Alta.

Más propuestas

Hay más propuestas para nombres de calles o plazas. El propio equipo de Gobierno anunció en enero de 2015 que la plaza de Italia recuperaría su antiguo nombre popular de El pañuelo. De la Serna no ha vuelto a sacar el tema, pero hay voces discrepantes. Unos han propuesto que se mantenga el nombre de plaza de Italia, porque hace referencia a ese país. Otros que se convierta en plaza de la República de Italia. Y otros que recupere el nombre del naturalista Augusto González de Linares, que es como se denominó de forma oficial en el año 1904.

Los debates de los expertos de la comisión creada por el Ayuntamiento han dado lugar también a un interesante debate en la prensa y también entre los santanderinos. El presidente del Ateneo de Santander, Manuel Ángel Castañeda, se ha mostrado desde el primer momento firme defensor de que se aplique la Ley de la Memoria Histórica retirando de inmediato todos los nombres franquistas y buscando otros inequívocamente democráticos.

Algunos de los familiares de los asesinados en el barco prisión Alfonso Pérez se han mostrado en contra de la retirada de este nombre de una calle y de que se diga que se hace porque se trata de una calle franquistas. «Se trata del recuerdo a quienes murieron allí, en muchos casos no por ser de derechas o significados con el franquismo, sino por ser católicos», explicó a este diario el familiar de unos de los fallecidos.

Debate ciudadano

En las páginas de EL DIARIO han aparecido en las últimas semanas artículos a favor del mantenimiento de la calle y busto de Pancho Cossío, escritas por el periodista Raúl Gómez Samperio y el crítico Javier Menéndez Llamazares; a favor de mantener la calle de Bruno Alonso, escrita por el doctor en Historia AntonioSantovenia Setién; a favor del mantenimiento de la calle del almirante Cervera, escrita por José Luis Cerezo, licenciado en Historia y miembro de la Asociación de Reservistas de la Armada, que recuerda quién fue este insigne militar español.

También hay defensores de que se mantenga la calle Montejurra, «porque hace referencia a una victoria de los carlistas frente a los liberales en la guerra carlista de 1873», en una tribuna escrita por Carlos Veci Lavín. Pero la comisión de expertos acordó, y lo ha ratificado el Consejo Municipal de la Cultura, que esta calle debe variar de nombre por ser del ámbito franquista.

En el debate público han participado también algunos grupos políticos, como Ganemos Santander Sí Puede, que ha elaborado un documentado informe sobre las mujeres asesinadas por los franquistas solo por ser de izquirdas, por lo que ha reclamado al alcalde que dedique una calle a todas ellas denominada Mujeres de la República. La lista incluye el nombre de sesenta mujeres con una breve reseña de quiénes eran, los datos que se tiene de su vida y la forma en que murieron (fusiladas, paseadas, malos tratos en la detención, abusos de los soldados franquistas, torturas, etc). También el PSOE anunció que propondrá en la Comisión de Cultura un listado de nombres de relevantes para sustituir el callejero franquista.

Y el Centro de Estudios Montañeses presentó una relación de cuarenta personalidades para que el Ayuntamiento les tenga en cuenta cuando renombre calles: José de Madrazo, RicardoBernardo, HermilioAlcalde del Río, Agustín Riancho, Víctor de los Ríos, GonzaloBringas, Victorio Macho y ValentínRamón LavínCasalís, entre otros.

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