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Los 'Amigos' del Centro Botín, en su visita inaugural de este viernes.
El Centro Botín recibe a sus 'Amigos'

El Centro Botín recibe a sus 'Amigos'

La inauguración popular del edificio, que en la noche de este viernes sorprendió con un espectáculo de danza y fuegos artificiales, culminó con la visita de los primeros 600 socios del centro

José Carlos Rojo

Sábado, 24 de junio 2017, 04:00

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En la intimidad de la oscuridad, con un espectáculo de danza y fuegos artificiales, el Centro Botín abrió sus puertas en la noche de este viernes para recibir a los primeros vecinos de la capital cántabra. "Este proyecto es para Santander y su gente; para Cantabria entera", recordó el presidente regional Miguel Ángel Revilla en la inauguración que por la mañana había recibido a los Reyes de España. Revilla puso en su boca una frase de Emilio Botín, una filosofía con la que fue concebido el centro llamado a transformarse en un referente del circuito mundial del arte.

El banquero, que llegó a convertir el proyecto en su gran sueño, hubiera celebrado la gran acogida que centenares de vecinos escenificaron en los Jardines de Pereda.

El espectáculo aguardó a que el sol se ocultara en el día más largo del año. Y ahí, justo en el instante en que la magia de la luz devuelve la vida a las sombras, decenas de bailarines se apostaron en las rampas y escaleras del edificio diseñado por el arquitecto genovés Renzo Piano para dibujar con luz. Las linternas se convirtieron en herramientas para la creación: sobre el suelo, el cielo y la fachada del edificio. La música inundó los jardines al compás de la performance y los fuegos artificiales pusieron el colofón.

En el agua, decenas de pequeños barcos privados acompañaron el evento con unos identificativos claros, los globos blancos que ya se han convertido en icono del centro de arte.

600 afortunados

La noche no hizo más que empezar para algunos. Los 600 primeros 'Amigos' del centro que construyeron una cola interminable para disfrutar del privilegio de ser los primeros afortunados en pisar las salas de exposiciones, aulas y el auditorio. "Es una forma de que la gente sea partícipe del arte, de que conozca más formas de expresión y de que la sociedad aprenda el valor de comunicar a través de las creaciones", resumió Jimena Rojo, una de 'Amigas' más jóvenes en pisar las exposiciones que ya alberga el centro. Desde las instalaciones de Carsten Höller: Y; o las ilustraciones de Goya.

"Espera un poco, que voy a sacarme una foto con el colgado", ironizó una de las presentes sobre la obra 'Con la cuerda en la boca', de Juan Muñoz. Muchos no supieron dónde centrar el foco, en el edificio o en las obras. Y no faltaron los críticos: "La construcción en sí no me gusta y creo que podría haber encontrado otra ubicación menos impactante", resumió Begoña Oses. "No albergo grandes esperanzas porque creo que no se va a convertir en un Museo Guggenheim Bilbao. La verdad es que hasta ahora esta ciudad no me ha demostrado demasiado en cuanto a la cultura", zanjó la que es una de esas primeras 600 'Amigas'.

El intrincado complejo de escaleras y rampas fue otro de los máximos atractivos del edificio. Los móviles volvieron a convertirse en cámaras de fotos para inmortalizar las nuevas perspectivas de la ciudad que ofrece el espacio, especialmente la gran terraza superior.

"Me parece una oportunidad única para Santander, una ganancia absoluta. Y no solo por lo que es ahora, con la inauguración, sino por lo que será en el futuro", aventuró optimista Javier de la Asunción, otro de esos 'Amigos' del centro.

Más personas miraron a ese futuro. "Si esto vale para que podamos ver en Santander a maestros como Goya, bienvenido sea", explicó Susana Ribero tras su visita a la exposición con la que el Centro Botín inaugura su andadura.

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