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Sniace cuenta con 100.000 metros cuadrados de terreno
Revilla abre la puerta a que Sniace pueda negociar con sus terrenos industriales

Revilla abre la puerta a que Sniace pueda negociar con sus terrenos industriales

El presidente desvela que uno de los acuerdos a los que se llegó con Sniace fue utilizarlos para la instalación de nuevas industrias si no se cubre la ampliación de capital

Miguel Ángel Pérez Jorrín

Martes, 19 de enero 2016, 17:34

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Trece días después de la reunión mantenida por el Gobierno de Cantabria con la dirección y dos de los máximos accionistas de Sniace, el presidente del Ejecutivo, Miguel Ángel Revilla, ha desvelado en una entrevista radiofónica uno de los acuerdos claves tomados en ella y que en su momento no fue divulgado. Y no es una decisión cualquiera: el Gobierno ha movido ficha y se muestra por primera vez dispuesto a dar la oportunidad a la empresa de sacar rendimiento económico a las decenas miles de metros cuadrados de terrenos industriales sin utilidad que posee en el entorno de la factoría. Será una facilidad con limitaciones, ya que los terrenos seguirán manteniendo su uso industrial, y se activará en el caso de que la ampliación de capital que tiene que poner en marcha la compañía no cumpla con su objetivo final de recaudar 15,5 millones de euros.

El anuncio lo ha hecho este martes Revilla en una entrevista en Radio Santander en la que indicó que ese era uno los «acuerdos» a los que el Gobierno regional llegó el pasado 7 de enero durante la reunión que mantuvo en Santander con dos de los principales accionistas, Félix Revuelta (10,1% del capital) y Sabino Vallina (5,5%), y en la que también participaron el presidente de la compañía, Blas Mezquita, y miembros del comité de empresa.

Hasta ahora, la recalificación y venta de esos terrenos era un objetivo histórico de Sniace, perseguidos desde hace 15 años. Los terrenos industriales actualmente sin utilidad suponen unos 300.000 metros cuadrados (Revilla reduce a 100.000 los que entrarían en esta operación) y ya han sido objeto de tres intentos fallidos de recalificación en los años 2000, 2007 y 2009.

La empresa los considera estratégicos y los incluyó en el plan laboral como uno de los factores para su éxito y, también, como una de las justificaciones de un posible fracaso, al considerar «imprescindible» una actuación sobre ellos para la reapertura de la empresa. De esta manera, el texto recogía como una de las condiciones necesarias «el efectivo cumplimiento, si ello resultase preciso, por parte de las Administraciones Públicas responsables de los sucesivos compromisos de recalificación urbanística del suelo propiedad de Sniace para su revalorización como activo y/o como garantía de la financiación necesaria para el desarrollo del plan de viabilidad».

La ayuda del Gobierno, según Revilla, se materializaría en la posibilidad de firmar una «declaración de intenciones» de cara a desarrollar en el futuro un polígono industrial en esos terrenos «sobrantes» de Sniace, lo que además, «contribuiría» a mejorar la imagen de las instalaciones fabriles, que en la actualidad ofrecen «un espectáculo deprimente».

En línea con lo que el Gobierno ha reiterado en los últimos meses, Revilla destacó que los compromisos adquiridos con Sniace no suponen en ningún caso aportación de dinero. No se aclaró, sin embargo, la fórmula para llevar a cabo la operación, ni quien sería el promotor del polígono si la propia Sniace u otra empresa que le compre previamente los terrenos. En cualquier caso, una «declaración de intenciones» firmada por el Gobierno sería una buena carta de presentación para la venta de los terrenos.

El proceso de adecuación de los terrenos para levantar en ellos un polígono industrial puede ser rápido al contar ya con los servicios necesarios y simplificarse también la tramitación administrativa necesaria, dado su carácter industrial. La sintonía política entre el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Torrelavega también puede ayudar.

Lo que si descartó de inicio el presidente de Cantabria fue una posible recalificación («jamás», enfatizó) para construir viviendas o una gran superficie comercial, tal y como Sniace lleva años reclamando. Los terrenos deben seguir con su uso industrial. «Parece lógico indicó Revilla ya que la ubicación es privilegiada; no hay otro lugar que tenga tan cerca el suministro eléctrico y de agua, la autovía, el ferrocarril, el puerto y el aeropuerto».

Cambio de criterio

El posible uso de los terrenos industriales de Sniace no necesarios para la actividad fabril de la compañía ha sido uno de los caballos de batalla de la negociación desde que se cerró Sniace, en septiembre de 2013. Tanto el anterior ejecutivo regional del Partido Popular como el Ayuntamiento de Torrelavega cuando estaba dirigido por Ildefonso Calderón (PP) se mostraron muy críticos con esta posibilidad de permitir a Sniace sacar rendimiento económico a los terrenos industriales en desuso sin seguridades previas.

El pasado mes de agosto, cuando de nuevo surgió esta posibilidad, el exalcalde Calderón alertó del peligro de permitir al presidente de Sniace, Blas Mezquita, «dar sus pelotazos»: «Nos sacará dinero durante otros pocos años más y al final tendremos igualmente la papeleta del enésimo cierre de Sniace».

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