El juicio por el vertido de Froxá al río será en mayo

El juicio por el vertido de amoníaco de la empresa Froxá al río Besaya en 2008, que originó la muerte de unos 40.000 peces, se celebrará a partir del 13 de mayo en el Juzgado de lo Penal Número 3 de Santander. Intervendrán como denunciados Froxá y la firma subcontratada Johnson Controls; como acusados, un jefe de servicio, un operario y un representante de la subcontrata, y como acusación particular, Ecologistas en Acción, la Consejería de Medio Ambiente y el grupo político ACPT.

La Audiencia de Cantabria ordenó a finales de 2011 seguir con la tramitación de la causa por el vertido de amoníaco. Frente al criterio del Juzgado, que ordenó el archivo, entiende que hay «indicios» de un delito contra el medio ambiente por la «potencialidad» contaminante y la «elevada toxicidad» del vertido, que originó el varapalo ecológico. El Juzgado de Instrucción número 6 de Torrelavega confirmó en diciembre de 2010 el archivo de la denuncia. El vertido tuvo lugar en julio de 2008 en la planta de Froxá de Santiago de Cartes, a raíz de unas obras para la instalación de un sistema de refrigeración realizadas por Johnson Controls.

El juez señaló que no se había acreditado ningún delito e indicó que los imputados actuaron para evitar «un mal mayor»: el perjuicio a la salud de las personas. Como consecuencia del vertido fueron imputadas tres personas.

«Imprudencia grave»

La Audiencia desecha que en este caso hubiera «actuación dolosa» de los denunciados, pero apunta que sí se produjo una «imprudencia grave», aunque «siempre en términos indiciarios». El tribunal destaca que «la peligrosidad del compuesto que se estaba manejando no dejaba lugar a dudas» y que sus riesgos eran conocidos por el técnico y por el jefe de servicio. Añade que, aunque ambos conocían el procedimiento que debía llevarse a cabo, lo «omitieron», algo que supone «sin duda» un comportamiento «imprudente». Las acusaciones personadas en este proceso recurrieron el archivo.