Una tromba marina sorprende a los vecinos de San Román
El fenómeno meteorológico se ha producido a primera hora de la tarde de este lunes en el litoral santanderino
Teodoro San José
Martes, 19 de noviembre 2013, 00:03
Los vecinos San Román de la Llanilla han sido testigos de excepción este lunes de un inusual fenómeno meteorológico, ya que a primera hora de la tarde se ha formado una tromba marina en la costa santanderina en las cercanías de este popular barrio de la capital cántabra.
Como preludio y fruto del nuevo temporal que se avecina para los próximos días en Cantabria, este lunes se formó una tromba o manga marina frente a la costa de San Román de La Llanilla y la Virgen del Mar. Alrededor de las 16.10 horas y durante un breve espacio de tiempo fue visible un torbellino que se deshizo sobre el agua y afortunadamente no llegó a tocar tierra, donde en aquel momento caía un intenso chaparrón.
Tampoco hay noticias de que afectara a la navegación o causara daños a embarcación alguna, y menos a la flota pesquera, amarrada en puerto por mal tiempo.
Con la misma rapidez que se formó, desapareció, aunque dio tiempo a que algunos curiosos pudieran captar esa tromba marina cerca de la Virgen del Mar. Se trata de un fenómeno atmosférico relativamente poco frecuente. Algo similar, si bien con trombas de mayor envergadura, ya se produjeron, por ejemplo, el 28 de noviembre de 2010 frente a la playa de El Bocal, o el 20 de agosto de 2005 frente a Suances.
¿Cómo se forma una tromba marina?
Las trombas marinas se gestan bajo la base de grandes nubes de desarrollo o cumulonimbus y en situación de inestabilidad. Se produce un violento movimiento de rotación del aire por contraste de temperaturas, lo que da lugar a una especie de torbellino o tornado sobre el mar que se descuelga en forma de embudo hasta tocar el agua y absorber líquido. Una vez que esa columna ascendente de agua toca la nube la tromba se constituye como tal.
A partir de ahí, según los meteorólogos, se mueve conforme a la temperatura del agua y de la masa de aire sobre el mar. Tiene una vida muy corta, como el de este lunes frente a San Román, y un recorrido variable, aunque en ocasiones antes de romperse llegan a tocar tierra. En seco pierden fuerza, si bien puede causar daños en tejados, casas y árboles antes de desvanecerse. En el agua llega a alcanzar un diámetro de 100 metros y una altura de un kilómetro.
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