El boom del turismo extranjero en montaña deja ocho rescates con dos muertos en once días
Los expertos aseguran que Cantabria está de moda para el visitante holandés, portugués, inglés y alemán, que llega en busca de naturaleza | Desde la Federación Cántabra de Montaña dicen que «hay que informar mejor» para «advertir de los peligros de Picos de Europa»
'Cantabria infinita', 'Cantabria apetece', 'Cantabria gran reserva'... La ristra de eslóganes para vender el turismo de la región parece haber calado con fuerza en ... los visitantes extranjeros, que tras la caída histórica de viajeros marcada con la pandemia, protagoniza ahora un vigoroso repunte que ya está batiendo récords. «Estamos de moda y no cabe ninguna duda», afirma Fidel Gómez, vicepresidente de la Asociación de Agencias de Viaje Receptivas de Cantabria y norte de España (Anear). Al perfil inglés y alemán, que lleva viniendo desde hace décadas, se le suma ahora el holandés y portugués. Son en su mayoría jubilados, amantes de la naturaleza y de las rutas de montaña, que están disparando las incidencias:golpes de calor, infartos, extravíos, despeñamientos... En tan sólo once días –del 8 al 19 de este mes– se han producido ocho rescates con resultado de dos muertos y otros dos heridos graves.
El dato
137 profesionales
del Servicio de Emergencias velarán este verano por la seguridad.
La zona de Liébana y Picos de Europa está en el punto de mira. «Es tremendo lo que se está viviendo aquí con la presencia cada vez más de turistas extranjeros», comenta un vecino de Potes. Son mayoría en los campings, en muchos hoteles y casas rurales. Incluso en lo alto de los Picos, donde los guardas de los refugios ya lo han advertido. «Los responsables de Cabaña Verónica y del Casetón de Andara nos comentan que el año pasado ya se notó un aumento de visitantes de otros países pero que este año parece que se van a superar esas cifras. Sobre todo ahora que aún no han empezado las vacaciones de verano propiamente dichas», explica el presidente de la Federación Cántabra de Montaña, Juan Francisco Pérez.
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La diferente organización de calendarios puede estar detrás de este fenómeno. Mientras en España el turista nacional no se mueve antes de que finalice el curso escolar, que da carpetazo con la festividad de San Juan, en otros países europeos ya se encuentran en plenas vacaciones. Por eso el monte cántabro está estos días lleno de extranjeros y eso también influye en las estadísticas. Ahora es más fácil que cualquier foráneo protagonice un accidente. Más adelante, ya entrados en julio o sobre todo en agosto, el incremento de casos, incluidos los nacionales, diluye las estadísticas;pero a día de hoy el balance es muy llamativo.
Ha habido ocho recates en sólo once días. El primero, el domingo 8, cuando los especialistas del Gobierno de Cantabria rescataron a una pareja de senderistas holandeses de 30 años en Camaleño. Apenas 48 horas después, un excursionista alemán de 74 años falleció mientras caminaba por la ruta en la base del circo de Fuente Dé. Ya partir de aquí la cuenta se acelera con cinco casos en dos días. El miércoles 18 una mujer holandesa fue evacuada del monte Abiada, en Campoo de Suso, con posible fractura vertebral y costal tras caerse de un caballo. Y ese mismo día, por la noche, localizaron el cadáver de un senderista holandés de 70 años en un punto de la ruta del Hachero, que desciende desde el teleférico hasta Fuente Dé. Al día siguiente rescataron a un deportista alemán de 24 años en la vía ferrata de La Hermida; y ese mismo jueves dos mujeres alemanas de 47 años fueron rescatadas tras sufrir un ataque de pánico en monte Candina, en Liendo.
Rutas a ciegas
«También está sucediendo que cada vez más gente sube al monte sin saber muy bien a dónde va», certifica el responsable de Aenar. «Esto se ha puesto de moda, muchos operadores lo publicitan y hay quien sube sin preparación, sin estar bien equipado, y sin saber que la montaña no es un lugar donde se pueda pasear como el que va por la ciudad», analiza. Denuncia que uno de los problemas llegados a este punto es el «intrusismo» creciente de guías turísticos que se está dando en la región. «Hay personas que no están preparadas y que no son profesionales y que están aconsejando mal a los visitantes. A Picos hay que subir muy bien informado o, a ser posible, con un guía especializado. Pero si a la gente le dices que suba sin más, pues pasan estas cosas».
Desde la Federación Cántabra de Montaña se está diseñando un folleto de recomendaciones que se expedirá en diferentes enclaves, entre ellos el cable de Fuente Dé. Esto se sumaría al trabajo que frecuentemente realiza el Servicio de Emergencias del Gobierno para informar de las recomendaciones en playa, mar y montaña. Consejos que en muchas ocasiones son de lógica, pero que no por ello se cumplen.
Esta estadística que hoy ocupa este reportaje por resultar llamativa será cada vez más frecuente en Cantabria porque el turista holandés está incluso adquiriendo viviendas en la zona lebaniega. Una tendencia a la que se está sumando también el visitante portugués. La afición de los ingleses por las rutas de alta montaña no es nueva y la moda de hacer recorridos en moto, llegados en el ferry a Santander, es mucho más antigua que todo esto. «Lo que hay que hacer es contar con ello y tomar precauciones para informar a todo el mundo para que no se ponga en peligro», confirma el presidente de la Federación Cántabra de Montaña.
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