ALSA reduce frecuencias para mantener las rutas de autobús que son deficitarias

Tras varias semanas de negociaciones, el Gobierno de Cantabria y la compañía ALSA han llegado a un acuerdo para seguir operando las rutas que la compañía de transporte de viajeros tenía decidido suspender al considerarlas deficitarias. La solución pasa por una reducción de frecuencias y mantener las conexiones a las horas en que sí que está acreditado un flujo de viajeros.

Cabe recordar que las líneas que estaban abocadas al cierre eran las que conectaban Santander con las localidades de Escobedo (Camargo) y Maoño (Santa Cruz de Bezana), así como el itinerario entre Torrelavega y Santillana del Mar. Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas al proceso negociador, los nuevos horarios entrarán en vigor a partir del 1 de marzo para los dos primeros trayectos.

En total, las rutas que unen la capital cántabra con Maoño y Escobedo en la práctica el municipio de Camargo era el más afectado por las potenciales supresiones ya que los recorridos cubren gran parte de su territoriopasarán de tener quince expediciones diarias a ocho.

Según las mismas fuentes, el servicio se centrará en las franjas horarias en las que existe una demanda real, ya que se constató que en ciertos momentos del día los autobuses iban vacíos. Así las cosas, habrá transporte de siete a nueve de la mañana, de 13 a 15 horas y de 19 a 20 horas. Una solución salomónica a un conflicto que había derivado incluso en amenaza de huelga por parte de los sindicatos.

No solo eso. En relación al trayecto entre Torrelavega y Santillana, aún no se ha cerrado un acuerdo definitivo, aunque la situación «está encarrilada» a la espera de que pueda concretarse en breve.

Respecto al motivo por el que ALSA ha decidido reducir frecuencias en vez de cumplir con su promesa de dejar de operar las líneas, una de las causas principales gravita en torno a una discrepancia entre la empresa y la Dirección General de Transportes respecto a la interpretación de los términos de la concesión y que, en principio, según el Ejecutivo regional obligaría a la adjudicataria a seguir en las mismas condiciones al menos un año más. Finalmente se ha llegado a este consenso como punto medio de entendimiento.

Servicio público

El anuncio de la empresa de transporte no solo había generado las protestas de las organizaciones sindicales y amenazas de huelga, sino que también obligó a actuar a los alcaldes de los ayuntamientos afectados. La regidora de Camargo, Esther Bolado, confió desde un primer momento en el papel mediador del Gobierno para acabar con la problemática, además de abundar en que estas conexiones intercomarcales tienen carácter de servicio público, por lo que de una forma u otra debían seguir operativas. En la misma línea se expresó el primer edil de Santa Cruz de Bezana, Pablo Zuloaga.

Más cauto se ha mostrado en todo momento el regidor de Santillana del Mar, Isidoro Rábago, que no ha querido tomar en consideración el asunto ni sopesar posibles medidas alternativas hasta que no tuviera una notificación oficial de que la ruta quedaba suprimida. Finalmente, salvo sorpresa de última hora, no tendrá que tomar decisión alguna al respecto.

El consejero de Transporte, Francisco Martín, sí que avanzó desde el principio que su departamento trabajaba en diferentes fórmulas para que los trayectos siguieran activos. Tras varias prórrogas para continuar negociando, el asunto de momento ha quedado enderezado. Otra cuestión será saber qué pasará cuando la concesión caduque y haya que sacarla de nuevo a oferta pública.