Cocinamos unas sorprendentes galletas energéticas veganas

¡Hola, amigos de Cantabria DModa! Compartimos una nueva cita en la cocina y con una cómplice que seguro os inspira tanto como a mí. El más difícil todavía, porque hemos compartido receta con Vanesa Morán, coach nutricional del centro Karpa Salud y Equilibrio de Torrelavega. Ella se define como nutricionista y trapecista, aunque sus orígenes están en el mundo del arte. De hecho, tiene estudios en danza y se formó en circo en Londres. Tanto que es una de las pocas formadoras en Cantabria de danza aérea, trapecio, cuerdas, aro…

Con Vanesa vamos a realizar un postre dedicado a deportistas y bastante curioso, pues está basado en la comida y alimentación 'raw vegan'. Se trata de crudivorismo vegano, similar a la dieta vegana en sí, pero en su caso toda la comida debe ser consumida cruda. Entre sus básicos: frutas, verduras, granos, legumbres, semillas, frutos secos y germinados. Se considera una dieta saludable, debido a que las enzimas de los alimentos están vivas y contribuyen a la propia digestión del alimento. Y es que la mayor parte de ellas se destruyen a los 118 grados de temperatura. Para digerir la comida cocida el cuerpo ha de usar sus propias enzimas metabolizadas, lo cual resta energía y nos hace sentir fatigados. Además, cocinar reduce vitaminas y minerales, lo cual hace que aumentemos la ingesta para lograr un óptimo nutritivo.

Después de probar varias recetas, en el Instagram de Carolina Ferrer, a que pude conocer en un evento en Santander, vi la que realmente quería hacer. Solamente he cambiado las almendras por avellanas y aquí van nuestras galletas energéticas.

-140 gramos de avellanas.

-40 gramos de anacardos.

-100 gramos de nueces-

-170 gramos de dátiles.

-20 gramos de cacao en polvo.

-5 gramos de extracto de vainilla.

-2 gramos de sal.

-Pepitas chocolate negro.

Una vez con todo, ¡nos ponemos al lío! Machacaremos los frutos secos. Cortamos los dátiles y los añadimos, para después triturar un poco más. Añadimos el resto de ingredientes y trituramos. Cuanto más triturado, más compacta nos quedará la masa. Finalizada la colocamos entre papel de horno y pasamos el rodillo. En mi caso lo dejé de 1 centímetro de espesor. Lo cortamos con un cortador, en este caso redondo de 5 centímetros y salieron 28 galletas. Entonces las metemos una hora en el frigorífico y estarán listas para comer. ¡Ojo! Cada galleta con esta receta aporta 236 calorías. Así que es un todo es un postre energético para deportistas.

Espero que os gusten y paséis un rato divertido en la cocina. Y si os quedáis con ganas de más dulce, podéis descubrir nuevas recetas y mi trabajo en redes sociales: Facebook e Instagram.

Recordad mi lema, que tanto nos une... ¡Sé dulce, vive dulce!