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Cómo convertir unos pantalones en un salvavidas en tres pasos

El alemán Arne Murke sobrevivió a un naufragio al improvisar un chaleco salvavidas con sus vaqueros en la costa de Nueva Zelanda

Cantabria DModa

Santander

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Lunes, 18 de marzo 2019, 16:04

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Unos pantalones salvaron la vida de Arne Murke el pasado 6 de marzo. Este marinero alemán tuvo la gran habilidad de convertirlos en un flotador.

Aunque parezca que es una práctica improvisada, lo cierto es que los comandos especiales de la Marina estadounidense, los Navy Seal, entrenan para ello y poder evitar ahogarse en el mar. Aquí van los tres pasos necesarios para que un pantalón pueda servir de salvavidas:

1. Quitarse los pantalones

Lo primero, se hace un nudo en los extremos de las piernas del pantalón. Lo mejor sería atar las dos piernas del pantalón juntas y lo suficientemente ajustadas como para atrapar aire, sin dejar ninguna abertura (por ejemplo, la bragueta tiene que estar cerrada).

2. Inflar

Coger con las dos manos la abertura de la cintura de forma rápida. pasando la cintura por encima de los hombros y la cabeza para tratar de coger todo el aire posible. Una vez ya en el agua, cerrar la cintura para que no se vaya el aire. Hacerlo las veces necesarias hasta que la bolsa esté llena.

3. Cabeza a flote

Ya solo quedaría sacar la cabeza a través de las piernas infladas del pantalón, manteniendo la cintura cerrada bajo el agua. En caso de que el aire se perdiese, habría que volver al principio. Este vídeo puede ser de gran ayuda para acabar de entender el método:

¿Qué pasó aquel día?

El día que Arne Murke volvió a nacer

Puede sonar a tópico, pero es la frase que mejor resume el siguiente relato: «Arne Murke volvió a nacer». Lo que parecía un plácido de día de navegación estuvo muy cerca de convertirse en una tragedia. Arne Murke es un marinero experimentado y cuenta con más de 20 años en el sector de la navegación, quizá eso fue lo que le salvó la vida. Había planeado una travesía en barco junto a su hermano Helge con origen en Nueva Zelanda y destino final en Brasil.

Cuando ya estaban echados a la mar, concretamente el 6 de marzo, navegando a aproximadamente 20 millas de la costa de Nueva Zelanda, la embarcación se escoró debido a una vela floja lo que provocó que Arne cayera por la borda. Las condiciones en ese momento eran desfavorables por lo que la pericia era la única manera que tenía para salvar su vida.

«Mi hermano vino a buscarme. Tiró un chaleco salvavidas con una cuerda por la borda. No pude alcanzarlo. Entonces el motor explotó y me quedé solo flotando en el agua sin chaleco salvavidas. Solo con mi camiseta y mis vaqueros», recuerda Arne en declaraciones recogidas por el digital Wikiversus. Fue así como se le ocurrió fabricar un flotador con su propio vaquero. Realizó nudos en los extremos de las perneras y trató de inflarlos con golpes de agua.

El tiempo corría en su contra, pero afortunadamente los servicios de emergencias ya estaban alertados y habían puesto en marcha un dispositivo. Con todo, las olas y las frías temperaturas empezaban a hacer mella en su cuerpo y la hipotermia amenazaba con presentarse. Arne dice que mientras las energías se agotaban pensaba en su hija de 10 meses para tratar de sacar fuerzas de donde ya no las había. Tras varias horas flotando a la deriva, el helicóptero de rescate le localizó y pudieron rescatarle.

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