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El agua con gas no engorda, aunque sí puede dar sensación de hinchazón intestinal por el gas liberado. DM
Salud y Nutrición

Agua con gas

Favorece la digestión: algunos estudios muestran que reduce la secreción biliar del hígado tras las comidas

José Enrique Campillo

Viernes, 12 de septiembre 2025, 19:36

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El agua es aburrida. Debe ser inodora, incolora e insípida. Desde luego, una bebida que no tiene color, ni olor ni sabor no es algo que nos entusiasme, salvo que calma nuestra sed.

Una de las formas más sencillas e inocuas de alegrar el agua, que inevitablemente debemos beber, es la gasificación. Es agua que contiene gas carbónico, CO2, disuelto.

El CO2 a presión se disuelve en el agua y una parte se combina con el agua para formar ácido carbónico que le da al agua un discreto sabor ácido. Cuando se abre la botella disminuye la presión y el CO2 se libera formando burbujas que flotan hasta la superficie. Esto puede realizarse de manera artificial, en fábricas. Pero el agua puede gasificarse naturalmente en lugares como fuentes termales.

En España disponemos de las mejores aguas gasificadas naturales del mundo, como Vichy, Solán de Cabras o Mondariz, entre otras.

El agua con gas no es perjudicial para la salud excepto en un puñado de casos, todos ellos relacionados con procesos inflamatorios intestinales como las intolerancias, el colon irritable o la enfermedad de Crohn.

El agua con gas no engorda, aunque sí puede dar sensación de hinchazón intestinal por el gas liberado. Esto puede ser una ventaja por su efecto saciante.

Las aguas gasificadas naturales suelen aportar numerosos minerales y electrolitos, muy beneficiosos para la salud. El agua con gas favorece la digestión. Algunos estudios muestran que las aguas gasificadas reducen la secreción biliar del hígado tras las comidas. Esto reduce la capacidad de digerir y absorber las grasas lo que puede ayudar a mejorar el perfil de los lípidos en la sangre (colesterol, triglicéridos). El agua con gas no descalcifica los huesos ni los dientes, ni favorece las caries.

Hidratación

El agua con gas es una de las mejores y divertidas formas de hidratarse sobre todo en estos veranos calurosos. Y con un pequeño truco, además de hidratarnos podemos llenarnos de salud. Se trata de usar el agua carbónica para diluir cualquier tipo de fruta triturada. Esta bebida tiene, además, un gran efecto detoxicante, ideal para el día siguiente de una jornada de exceso de comida y bebida.

Un caso especial es el agua bicarbonatada, como las tradicionales 'sales de fruta'. Estas aguas suelen contener tres ingredientes: bicarbonato de sodio, ácido cítrico y carbonato de sodio. Y antes de los modernos medicamentos y protectores gástricos eran los únicos remedios para aliviar los problemas de acidez y reflujo gástrico. Aún se utilizan y en situaciones de leves molestias gástricas pueden ser de utilidad. Tienen sin embargo un par de inconvenientes. Por una parte, si se abusa de este remedio puede camuflar un padecimiento gástrico grave. Por otra, contiene bastante sodio (sal) y en las personas que lo consuman todos los días y varias veces al día puede suponer un gran aporte de sal que se suma a la que se consume con las comidas.

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