Atrapado entre los fogones y la redención culinaria
Puede que los fogones se hayan apagado algo, pero lo tenue y menos encendido en «The Bear» es de una intensidad narrativa que muchas otras ficciones del prolífico universo de las plataformas no alcanzan. Aunque existían dudas, los ingredientes de lo que ha que sido este verano la cuarta temporada de la exitosa serie de Christopher Storer, ya apuntaban la cotinuidad. Galardonada con once premios Emmy, sumará en 2026 una quinta entrega. Hasta el presente 38 episodios y cuatro temporadas sin especiales baches. Rebajado el nivel visceral, reducida la expresión de las tensiones, la reciente sucesión de episodios en Disney+ se ha cocido a fuego más lento, con una inteligente cuenta atrás y apostando por recetas más psicológicas. Además de emplatar zonas de conflicto antes menos exploradas y con una elaboración más minuciosa de esa cocina humana tejida a través de redención, dolor, pérdida y restitución. Carmy Berzatto (Jeremy Allen White) mantiene las constates vitales del restaurante y por, ende, de la identidad de la ficción. Y esta última entrega ha ratificado que en la supuesta etiqueta de comedia dramática la carne de la trama está más hecha en lo segundo.
The Bear es una serie de diez episodios que se emite en Disney +, dirigida por Christopher Storer y protagonizada por Jeremy Allen White, Ebon Moss-Bachrch y Ayo Edebiri; va por su cuarta temporada.
Otra importante decisión que sustancia la vitalidad de «The Bear» es conjugar sus avances con desafíos como la búsqueda de la excelencia culinaria en paralelo –en esta cuarta cita– a las cuestiones financieras y de gestión económica, sin por ello dejar a la intemperie traumas, miedos y caos. Los comensales que se sienten en la última mesa de «The Bear» accederán a un menú al límite del éxito y el fracaso, donde se juzga precisamente si el último plato merece la pena el esfuerzo. Lo apetitoso del drama sigue estando presente con mucho sabor emocional. Algunos pueden echar de menos la catarsis , sustituida ahora por un aparente plato frío. No obstante, vuelve a confitar, empanar y escaldar todo ese almacén de historias que alimentan el hambre de contar.