La cena más solidaria con Valencia

Horas antes de la cena, en las cocinas del Hotel Real los doce chefs cántabros que han participado ya estaban calentando sus fogones. Se movían como peces en el agua porque lo hacen todos los días. Pero esta vez era especial. Además de ofrecer la mejor de las experiencias a casi un centenar de paladares, tenían clara su gran aportación esta noche. El compañerismo reinaba en el ambiente. La mayoría se conocían entre ellos e incluso a muchos les unen lazos de amistad.

Manuel Mendoza (El Riojano), se concentraba en su chutney de mango, que acompañaría después al lechazo que se asaba en el horno. Iván Saa (Ambigú) y Eduardo Chapero (Confitería Milhojas) se mostraban perfectamente coordinados preparando sus propuestas. El resto, cada uno en su puesto: Carlos Zamora (Grupo Deluz), Nacho Solana (Solana), David Pérez (Ronquillo), Fernando Llamosas (Bodega del Riojano), Jesús Palacio (El Palacio), Miguel Ángel Rodríguez (Umma), Nacho del Corral (La Voladora), Rafael Prieto (El Serbal), Samuel Fernández (El Remedio), Sergio Bastard (Casona del Judío), Toni González (Nuevo Molino), Diego García (Casa Cirana), y Floren Bueyes (Cocineros de Cantabria). Todos bajo la batuta de Guillermo Valenzuela, jefe de cocina del Hotel Real, que ha suplido la ausencia del chef Jesús Sánchez, líder de la iniciativa en Cantabria, que no ha podido estar presente porque se encuentra de viaje en EE. UU. «Todos han tenido que hacer malabares para que les cubran en sus restaurantes. Son fechas con muchísima demanda pero han preferido estar aquí por una buena causa», ha confesado Valenzuela.

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Al tiempo que los chefs iban preparando sus platos, los comensales fueron llegando al Hotel Real, donde les esperaba un coctel de bienvenida en los prestigiosos salones. El champán y los canapés se mezclaron con las conversaciones fluidas, con la catástrofe de la dana como protagonista. Después, todos accedieron al comedor, donde saborearon las apuestas de los chefs más prestigiosos de Cantabria.