Un vecino de Villapresente, condenado por el secuestro de un empresario de Aguilar
Acepta en el juicio una pena de cinco años de cárcel por encargar el rapto, mientras los dos sicarios pactan tres años y medio de prisión
el diario montañés / el norte de castilla
Miércoles, 30 de septiembre 2015, 12:43
Un vecino de Villapresente (Reocín) ha aceptado una pena de cinco años de cárcel por encargar el secuestro de un empresario de Aguilar de Campoo. Con él, también han sido condenados los dos ejecutores del rapto, perpetrado en enero de 2013, un suceso que puso el foco sobre un cántabro que en su día también había estado envuelto en otra historia más turbia todavía, cuando se le acusó de contratar a un sicario para matar a sus tíos por una herencia. Aquel asesinato no llegó a cometerse, la causa quedó archivada y el aludido dio la cara para defenderse. En este caso los mismos secuestradores delataron la identidad del 'cabeza pensante' ante la propia víctima y acabó en prisión.
Se trata de Jesús Miguel Sevilla Basconcillos que, junto a los otros dos ahora condenados, estaba acusado de los delitos de extorsión, detención ilegal y lesiones causadas a un empresario de Aguilar en enero de 2013 para exigirle el pago de 30.000 euros bajo amenazas de muerte. Este lunes, día 28 de septiembre, los acusados llegaron a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y asumieron una pena global de doce años de cárcel.
el secuestro
"¿Qué hacemos, lo matamos o no?"
El juicio, informa la edición de Palencia de El Norte de Castilla, ya había sido suspendido en octubre del pasado año, ya que inicialmente se sentaban en el banquillo de los acusados dos hombres, el propio Jesús Miguel Sevilla Basconcillos y Wanderson M. R., pero la titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Cervera de Pisuerga decidió abrir nuevas diligencias en este caso tras ser localizado un tercer imputado en los hechos, Greymer A. V., ya que se encontraba en el centro penitenciario de El Dueso.
El Ministerio Fiscal había solicitado para Jesús Miguel y Wanderson sendas penas globales de 8 años y 7 meses de prisión como presuntos responsables de los delitos de extorsión, detención ilegal y lesiones, la misma pena solicitada también para Greymer. Pero, con el acuerdo de conformidad, el cántabro asume una pena de cinco años de cárcel como inductor del delito de detención ilegal en concurso con robo con violencia, mientras que Wanderson y Greymer aceptaron una pena de tres años y medio de cárcel por el mismo delito, pero en calidad de ejecutantes. Además, los tres asumen una multa de 360 euros por lesiones, pero desaparece el delito de extorsión.
Los hechos
Los hechos se iniciaron el día 16 de enero de 2013, cuando el de Villapresente se puso en contacto por teléfono con Wanderson M. R. al objeto de encargarle el cobro de una cantidad de dinero a la víctima -un conocido empresario inmobiliario de Aguilar de Campoo-, en concreto, 30.000 euros. Los dos acusados concertaron una cita para el día siguiente entre las 15.00 y las 16.00 horas en la localidad de Torrelavega, cita a la que también acudieron otros dos hombres, Greymer A. V. y Robinson G. V., este último en busca y captura. A partir de ese momento, Jesús Miguel, con el fin de facilitar a los otros tres hombres la identificación correcta de la víctima, se unió a los tres y juntos se trasladaron desde Torrelavega a Aguilar de Campoo en un vehículo modelo Renault Laguna.
Sobre las 17.00 horas del 17 de enero, los cuatro hombres llegaron a la localidad de Aguilar de Campoo y aparcaron el vehículo en las inmediaciones de la empresa propiedad de la víctima. Una vez allí, Jesús Miguel, Greymer y Robinson bajaron del vehículo, quedándose a la espera en el interior del coche Wanderson. A continuación, Greymer y Robinson entraron en un establecimiento de la localidad en el que se encontraba la víctima y pidieron unas consumiciones, además de mantener incluso una conversación con él.
Más tarde, sobre las 19.00 horas, la víctima salió de su empresa para dirigirse a la tienda que regenta su esposa y en el trayecto se encontró supuestamente con Robinson y Greymer, quienes, tras agarrarle por la espalda, le rociaron con un spray la cara, además de propinarle un golpe, para introducirle posteriormente en la parte trasera del vehículo Renault Laguna de color negro ya citado.
A partir de aquí comenzó el calvario para el empresario aguilarense dentro del automóvil entre Aguilar, Cervera de Pisuerga y Herrera de Pisuerga. Tras sobrepasar el pueblo de Villabermudo y cuando eran aproximadamente las 21.00 horas, sacaron del vehículo al empresario, amenazándole de nuevo.
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