Casi 700 niños se quedan sin plaza en el colegio elegido, el doble que hace un año

Casi 700 familias cántabras vivieron el jueves la decepción de quedarse sin plaza para sus hijos en el colegio que habían elegido como primera opción. Ese día se publicaron las listas provisionales de alumnos admitidos en el proceso de escolarización para el curso 2016-2017, tanto de los que se incorporan por primera vez como la de quienes aspiraban a un cambio de centro.

De las 8.616 solicitudes que ha recibido la Consejería de Educación para estudiar el año que viene en alguno de los 310 colegios e institutos que tiene repartidos por la región, la mayoría ha conseguido entrar en el centro que habían seleccionado en primer lugar. Un 91% de los nuevos alumnos que deja una pequeña lectura negativa. El 9% restante tendrá que optar por alguna de las opciones que había marcado como segunda, tercera o cuarta. Eso, o reclamar (el plazo acaba el 31 de mayo) en un último intento por verse en la lista definitiva, que se publicará el 14 de junio, o bien esperar a septiembre por si hay alguna renuncia de plaza de última hora y deja un hueco libre.

Esos 696 niños que no accederán al colegio deseado representan el doble de los que se quedaron sin la plaza ansiada el año pasado entonces fueron menos de 300 alumnos. ¿A qué se debe este aumento? Hay que volver a las cifras del presente curso que facilitó la Consejería de Educación para buscar una respuesta. Si hace un año las solicitudes no llegaban a las 8.000, para el curso que viene ese total se supera en más de 600.

Un incremento que también han sufrido en primera persona las secretarías de los centros escolares. «Ha sido un día (por el jueves) complicado. Las familias quieren saber desde primer hora si sus hijos han entrado en el cole pero ya saben que hasta última hora del día la Consejería no nos pasa los datos para hacerlos públicos», comentaban desde el colegio Castroverde de Santander.

En algunos centros este año la espera se prolongó más de lo habitual. La Administración cumplió con la tradición y al mediodía lanzó la lista, pero más de un colegio se encontró con problemas informáticos internos que impidieron comunicar los resultados a los interesados hasta el día siguiente (ayer, viernes).

El colegio Cabo Mayor, en la zona de Valdenoja de Santander, ha vuelto a tener que decir que no a muchas familias que querían meter a sus niños de dos años a esas aulas. «Estamos en un barrio con mucha gente joven y con una natalidad más alta que en otras zonas». Han admitido a 32 niños pero han tenido que rechazar a otros 36. Algo parecido ha ocurrido en el colegio Cisneros, que a pesar de recibir menos solicitudes que el curso pasado, se ha visto obligado a dejar fuera a una quincena de niños. «La bajada de la natalidad no la hemos notado pero seguimos recibiendo más solicitudes que plazas, e incluso nos llegan peticiones para cursos para los que no hemos ofertado ninguna plaza», explica su director, José Antonio Sánchez Raba.

¿Qué pasa ahora?

A pesar de la frustración que ha dejado en cientos de familias este proceso, el carácter provisional de estas listas no cierra del todo la puerta del centro elegido para estos cerca de 700 niños. Una vez que transcurra el periodo de reclamaciones y renuncias, los alumnos que no hayan obtenido plaza en el centro solicitado en primer término conservan el derecho a ser llamados para ocupar cualquier vacante que surja a posteriori. No obstante, deberán solicitar plaza en los días siguientes a la publicación de las listas definitivas en otro centro de su interés para no quedarse fuera del sistema educativo.