Cantabria se va a la playa
Las temperaturas máximas superan los treinta grados en algunos puntos de la región en una jornada estival en la que los termómetros han subido de manera generalizada en toda España
Víctor Puente
Sábado, 9 de julio 2016, 17:15
Segundo fin de semana de julio y otra vez buen tiempo. Los que han elegido este mes de julio, el más caluroso del año, para disfrutar de sus vacaciones no podrán quejarse del calor que está haciendo en Cantabria. Es llegar el sábado y el domingo y cumplir con la teoría de los meteorólogos. El mercurio ha superado los treinta grados en más de un municipio cántabro y en la mayor parte de la geografía regional las temperaturas han superado los treinta grados. A lo que hay que añadir que las mínimas no han bajado de los seis grados. De hecho, Reinosa se ha situado como el punto menos cálido del país, al marcar 6,9 grados centígrados a primera hora de la mañana.
¿Qué hay qué hacer para evitar sustos?
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consejos
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Calor.
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Ojo con niños y mayores. Deportistas y trabajadores deben evitar las horas centrales del día en sus actividades. Beber abundantes líquidos, cerrar ventanas y bajar las persianas, cubrirse la cabeza, hacer comidas ligeras...
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Tormentas.
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Permanecer en edificios grandes o provistos de pararrayos. Alejarse de montes, colinas, árboles, estadios, piscinas... Es aconsejable desconectar líneas telefónicas y de electricidad.
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Galernas.
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Salir del mar y abandonar las playas. Revisar los amarres de las embarcaciones.
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Lluvias torrenciales.
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Alejarse de las riberas de los ríos, barrancos y puentes. No utilizar vehículos.
Polientes y Cubillo del Ebro han situado a Valderredible en el punto más caliente. 33,4 grados de máxima es lo que han marcado sus termómetros. Situación ideal para llenar las piscinas municipales, buscar la sombra a la desesperada o paliar la falta de playas con un chapuzón en el primer río que discurra a mano.
También calor, pero sin superar los treinta grados, es el que han soportado en Cillórigo de Liebana, Reinosa y Ramales de la Victoria. Sus máximas se han movido entre los 29 y 28 grados.
Los principales puntos turísticos de la región no pueden poner ningún pero al firmamento. Cielos totalmente despejados para que el lorenzo saque a los vecinos de sus casas y atraiga al mayor número de turistas es lo que se han encontrado Santander, Torrelavega, Castro Urdiales, San Vicente de la Barquera y la mayoría de los municipios costeros en este segundo sábado de julio. Ninguno de ellos ha bajado el termómetro por debajo de los 20 grados.
La reacción no se ha hecho esperar y el efecto sol-playa ha provocado hasta retenciones para entrar en Cantabria a primera horas. Más de diez kilómetros de atascos en la A-8, por la llegada de los turistas vascos, que se ha completado con otros colapsos en la A-67, a la altura de Torrelavega.
Para este domingo
La situación para este domingo no variará en demasía respecto a lo visto y disfrutado este sábado. La Agencia Estatal de Meteorología prevé intervalos de nubes bajas a primeras horas y de nubosidad de evolución diurna por la tarde en la zona sur. Al final del día, la nubosidad al final del día tenderá aumentar.
Las temperaturas mínimas, que este sábado no han bajado de los doce grados, irán en aumento. Y las máximas, de casi 30 grados, en sentido contrario. Descendiendo. El viento soplarán flojo variable en el interior, y con predominio de la componente oeste en el litoral.
Incendios y tormentas
El aumento generalizado de las temperaturas en toda la Península, especialmente en los valles del Ebro y del Guadalquivir, ha elevado los niveles de riesgo de incendios. En el caso de Cantabria no se ha activado la alerta roja pero sí que el riesgo es muy alto.
Otro de los fenómenos a los que habrá que estar atento estos días es el de las tormentas, tan habituales en los primeros días del mes de julio. Tormentas, lluvias torrenciales, galernas u olas de calor se repiten con alguna frecuencia en esta época del año.
Cantabria no es generadora de tormentas sino lugar de paso. Se producen en zonas con más inestabilidad, como la zona burgalesa y riojana de la Cordillera Ibérica, o desde Castilla y León, y llegan a la región movidas por los flujos de aire buscando el mar. Suelen aparecer con mucho aparato eléctrico y a veces descargan con intensidad. Y generalmente, por las tardes.
La advertencia de la Aemet está dirigida a todos aquellos que se creen que el verano no es más que calor o temperaturas benignas. Además de tormentas, también son posibles las lluvias torrenciales. La primera decena de julio suele dar un repunte de las precipitaciones hasta que el Nordeste gana la partida y barre el cielo de nubes.