El fallecido en el accidente de tráfico de Los Tojos llevaba cuatro días muerto en su coche
La escasa visibilidad del lugar en el que se produjo la salida de la vía y el tránsito reducido de personas y vehículos dificultó su localización
El trágico accidente de tráfico de Los Tojos que le costó la vida a Francisco, originario de Madrid y vecino de Bárcena Mayor (Los ... Tojos) desde hacía más de veinte años, no tuvo lugar este pasado lunes. Así lo ha podido saber El Diario Montañés por fuentes cercanas a la investigación: el suceso habría ocurrido hasta cuatro días antes, es decir, el jueves anterior, 27 de noviembre, según ha revelado la autopsia.
El lunes 1 de diciembre, pasadas las 15.15 horas, se recibió un aviso por salida de vía de un coche en la CA-817, más concretamente en el punto kilométrico 2, dirección Bárcena Mayor, según informó la Delegación del Gobierno. Este habría sido el momento en el que un vecino, durante un paseo, habría alcanzado a vislumbrar el vehículo accidentado, que se despeñó por una zona en desnivel hasta acabar impactando contra un árbol, y seguidamente habría avisado a los servicios de Emergencias.
La escasa visibilidad del lugar en el que se produjo la salida de la vía, unido al tránsito reducido de personas y vehículos, dificultó su localización a lo largo de los días. Según detallan vecinos de la zona, es una curva en «la que no se ve nada», solamente si uno va paseando. A esta circunstancia hay que sumar que la mayor concentración de tráfico se produce durante los fines de semana, con cántabros y visitantes que se acercan hasta el municipio para disfrutar del paisaje y de los establecimientos hosteleros.
No obstante, el suceso se sigue tratando como un accidente de tráfico, ya que el fallecido no presentaba «ningún indicio de violencia» cuando fue encontrado en su vehículo, según ha podido confirmar este periódico. La investigación se centra ahora en conocer los motivos que llevaron a la pérdida del control del vehículo, en el que el conductor fallecido viajaba solo.
De la poca información que ha trascendido en torno a este madrileño de 58 años afincado en Bárcena Mayor se ha conocido que residía en una cabaña de La Acampada, en la zona alta del pueblo, y no solía hacer mucha vida dentro del municipio. Así lo relataba uno de sus conocidos en Cantabria, Arturo Durán, que destacaba la ubicación de una vivienda en la que «la cobertura del teléfono es casi nula, se oye el río porque está justo al lado y Francisco vivía muy alejado del ruido, con sus reuniones de Zoom».
Durán explicaba que Francisco no daba mucho uso al vehículo: «Su coche era muy antiguo, un Citroën Xantia, con más de veinte años. Estuvo allí aparcado mucho tiempo, a la espera de unas piezas, y cuando decidió arreglarlo, algún que otro viaje hizo».
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