Las agencias de viajes empiezan a despegar

Las peticiones y reservas comienzan a llenar las huecos de las agendas y las agencias ya ponen un ojo en la Semana Santa y otro en el verano para tomar impulso y conseguir unos resultados «razonables». «Este va a ser el año de viajar. Seguro. No tengo dudas», dice con tono optimista Eduardo García, de la agencia Sanander y presidente de la Asociación de Agencias de Viaje y Operadores Turísticos de Cantabria (además de vicepresidente de la Confederación Española).

Eso sí, no llegarán a las cifras prepandemia. Al menos, esas son sus previsiones. «Es prácticamente imposible empatar los resultados de 2019, fue un año muy bueno y venimos de una caída fatídica. Ojalá me equivoque y alcancemos esos números», explica García, quien apunta a una recuperación del 60% durante este año, con la que el sector prevé quedarse entre un 25% y un 30% por debajo de los resultados prepandemia.

Desde mediados de enero ha aumentado el trasiego de clientes en las agencias de Cantabria y el teléfono empieza a sonar con asiduidad. Es una sensación generalizada. Eso sí, con prudencia. «Dependemos de la evolución del coronavirus y tenemos que tomarlo con cautela, pero lo cierto es que desde hace un par de semanas se han reactivado las reservas, la gente está ansiosa por viajar», cuenta Laura Santamaría, de la oficina de Nautalia.

Uno de los viajes que estas semanas vuelven a demandar los clientes son las lunas de miel, un mercado que hasta ahora estaba «totalmente parado». ¿Los destinos estrella? Las Maldivas, el Caribe, Riviera Maya, Costa Rica, República Dominicana, Egipto o Dubai. Las parejas buscan destinos seguros, con traslado exclusivo e individualizado. Son los llamados «viajes cápsulas», cada vez más de moda a raíz de la pandemia. Básicamente, consisten en reducir al máximo el contacto con otras personas y buscar un entorno aislado y seguro.

«Lo que demanda el cliente son lugares con requisitos más flexibles y menos restricciones por la pandemia. Buscan un viaje más independiente con circuito individualizado en algún país paradisiaco», apunta Santamaría, quien está convencida de que las modalidades que se han desarrollado con la pandemia «han llegado para quedarse». Se refiere a los seguros de cancelación gratuita hasta unos días antes de la salida y las coberturas especiales por coronavirus.

En Viajes Altamira también han notado ese movimiento y ganas de viajar de los clientes: «Llevamos muy pocos días de reactivación, pero estamos con ánimo, optimistas y esperanzados porque ya empiezan a llegar las primeras reservas de esos grandes viajes de cara al verano», explica la directora Asunción Díaz, quien estima que los porcentajes de venta que tienen a estas alturas del año para la temporada estival rondan el 30% de las del mismo periodo de 2019. Ella, al igual que otros profesionales del sector, señala que Semana Santa no es «una temporada fuerte» para la comunidad, sino que más bien son «escapadas»: «Los grandes viajes se reservan para ir de vacaciones a partir de mayo y junio, esos son los que serán claves para la recuperación».

El sector se muestra prudente y espera que esta tendencia se consolide durante los próximos meses. De hecho, muchos ponen de ejemplo la irrupción de Ómicron, que paró «en seco» la recuperación tras unos buenos meses de ventas en octubre y noviembre: «La pandemia nos azotó en nuestro mejor momento y los pequeños impulsos se detuvieron con cada ola. Cada vez que un país abre sus fronteras para los turistas, como ocurrió con Estados Unidos, o mejoran las condiciones sanitarias, eso funciona como pequeño revulsivo, al menos para que el cliente pida un presupuesto», explica el presidente de la Asociación de Agencias de Viaje y Operadores Turísticos de Cantabria.

En Viajes Mortera, el día 10 de enero el teléfono de la oficina no dejó de sonar durante toda la jornada: «A la semana, el 17, reincorporé a todas las trabajadoras que estaban en ERTE al cien por cien porque yo sola no daba abasto», explica su directora Laura Ricalde. Reconoce que desde entonces sí han notado que los viajeros empiezan a anticipar sus salidas estivales. «Creo que este año podemos superar fácilmente los resultados del año 2019», explica Ricalde mientras recuerda que todas las peticiones que llegan ahora a la oficina tendrán que materializarse en compras para hacer un balance certero.

«En 2020 vendimos cinco viajes y una luna de miel a Costa Rica y yo ya era optimista, ¿cómo no lo voy a ser ahora?», dice mientras recuerda que los clientes acuden a la agencia diciendo que «necesitan viajar a donde sea».