De apagar fuegos a arrasar con sus tomates
Emilio Medina, bombero forestal de Palencia que ha luchado contra la ola de incendios de este verano, gana 9 de los 17 premios del Festival del Tomate de Cantabria celebrado en Torrelavega
En la mesa, a la hora de comer, el tomate ni siquiera le entusiasma -«en la ensalada más que frito», confiesa (lo suyo son ... más los guisos)-, pero en la huerta tiene una mano indiscutible. Le viene de familia. De padre agricultor y con abuelos y bisabuelos metidos de lleno en la vida ganadera y de campo, se puede decir que Emilio Medina (Palencia, 1998) estaba casi predestinado a ello. Se ha hecho con nueve de los diecisiete premios que repartió este pasado fin de semana el Festival Internacional del Tomate de Cantabria, celebrado en Torrelavega, copando las categorías de internacional y nacional con diferentes variedades.
Él tiene como unas 600 en su huerta -en Villalcazar de Sirga, un pueblo palentino que no llega a los doscientos vecinos-, a la que dedica mimo y todo el tiempo que le queda cuando no está apagando incendios en los bosques. Esa es otra. Emilio es bombero forestal y lleva prácticamente todo el mes de agosto luchando junto a otros efectivos contra la devastadora ola de incendios en Castilla y León. Comenta con simpatía que, hace unos días, después de una jornada maratoniana de más de quince horas, llegó a casa después del amanecer y no pudo irse a dormir sin echarle antes un ojo a la huerta.
De hecho, ha sido en una libranza de un par de días cuando ha podido hacerle hueco al Festival del Tomate del parque Manuel Barquín. Lo conoce bien porque ya ha comparecido en cuatro de las cinco ediciones celebradas hasta la fecha. Y le encanta: «Este festival es muy acogedor y nos juntamos todos los amigos de España y del resto de Europa que somos los locos del tomate. Nos lo pasamos genial».
El joven, de 26 años, ha copado los tres primeros puestos en las categorías nacional e internacional del certamen
Su familia y amigos han «alucinado» cuando le han visto volver con nueve de los 17 premios del certamen bajo el brazo, claro. Porque Emilio Medina, de tan solo 26 años, ya había regresado al pueblo con algunos reconocimientos en ediciones pasadas, pero lo de este año se lleva la palma. Se podría decir que cultivó, vino, vio y venció: segundo en categoría regional -con un tomate de Mazcuerras-; primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo premio -no es una errata- en la nacional ; primero, segundo y tercero en la internacional; también primero en la variedad de 'tomate enano' Dwarf; así como otra tercera posición en la categoría de elaboración de un 'Cherry Cocktail'.
Así, entre uno y otros, nueve fotos como las que ilustran esta página se terminó haciendo el palentino. En una de ellas posó con su perro, Tobi, que le acompaña de vez en cuando en la huerta y tampoco quiso perderse la gesta en la capital del Besaya.
El secreto del buen tomate
Y si el chaval se merece el reportaje por su doble hazaña, contra los incendios y ahora en el Festival del Tomate de Cantabria, su fórmula para cultivar los más laureados de Cantabria también. ¿Cuál es el secreto de un buen tomate en la huerta? «Lo que yo puedo decir por mi experiencia es que la poca agua. Eso es lo que hago yo, al menos. Eso hace que el tomate tenga menos agua en su interior y tenga más azúcares; entonces, cada bocado va a tener mucho más sabor que si se hubiera regado más», revela Emilio.
Durante la conversación, se acuerda de su padre, Jesús, agricultor de toda la vida y en cuya huerta, con solo 14 años, fueron germinando las primeras semillas de esta afición que se le da tan bien. También menciona con cariño a su bisabuelo Ponciano y su bisabuela Erundina. En sus terrenos, en la antigua huerta de la familia, Emilio siguió desarrollando esta pasión cultivando «lo de antes», desde ajos y cebollas hasta tomates. En esto, en los orígenes y la familia, seguro que hay mucho de ese secreto también.
La feria agroalimentaria, que reunió más de dos mil variedades en Torrelavega, es «la más grande de España», como valora el palentino
Hoy, y solo hablando de este último fruto, puede presumir de tener 600 variedades de todas partes del mundo, más de medio centenar procedentes de Palencia. En el parque Manuel Barquín de Torrelavega se han dado cita más de dos mil de todas partes del globo este pasado fin de semana, según cifra el Ayuntamiento. Emilio Medina suele ir a las ferias más «representativas» del panorama; y la de Torrelavega es, sostiene, «la más grande a nivel nacional». «Al menos la más representativa de tomates de varias regiones».
La de Cantabria la conoce bien. Emilio, como muchos palentinos, disfruta viajando a Cantabria, sobre todo en verano en busca de la brisa marina, aunque no en exclusiva: «Subimos mucho a las playas, pero también a Alto Campoo y el entorno de Reinosa».
Sobre los incendios
Emilio concede la entrevista por teléfono y concretamente desde la base de Villaeles de Valdavia (Palencia), de la que partirá para seguir combatiendo los fuegos que asolan esta comunidad -y tantas otras- desde inicios del mes pasado. «Ahora está todo más tranquilo, pero agosto ha sido horrible. Empezamos sobre el día 5 yendo a Ávila, luego a León, Zamora, Palencia.... Hemos tenido incendios de siete, ocho y hasta catorce días. En León, uno de veintitrés. Ha sido una barbaridad». Él y sus compañeros trabajaron «casi todos los días» y con «jornadas de 15, 16 y hasta 17 horas seguidas» en los momentos críticos.
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