Aparece el cadáver de una ballena de Cuvier en la playa Salvé de Laredo
Se trata del cuerpo en descomposición de una hembra adulta que podría haber estado dos meses flotando en el mar
La orilla de la playa Salvé de Laredo acaparó ayer la atención de los paseantes por el llamativo cadáver de una ballena de Cuvier en avanzado estado de descomposición. El cuerpo del animal presentaba unas «pequeñas mordidas de tiburón» en la parte posterior que «seguramente sean postmortem», ha explicado Diego de Vallejo, responsable de comunicación de la Red de Varamientos del Gobierno de Cantabria (ReVarCa).
Es un adulto, de tamaño similar al calderón común que apareció varado en la playa de Tagle, en Suances, el pasado mes de abril y parece ser que se trata de una ballena hembra porque no se le proyectan dos colmillos hacia afuera, como sí ocurre con los machos. El cuerpo podría haber estado flotando durante dos meses en el mar, por lo que no tiene mayor interés científico dado su estado de descomposición. «Vamos a hacer una ficha de varamiento muy básica y el cuerpo será enviado a un vertedero», ha aclarado De Vallejo.
Según los expertos, el Zifio de Cuvier posee el récord de ser «el cetáceo que da a luz crías con una longitud más grande, un tercio de las madres», lo que supone un «esfuerzo» parir. «Desde el momento en el que nacen las crías ya se pueden sumergir a las profundidades, que es donde se alimentan, y no tienen que quedarse unos meses en guarderías, en la parte superior, a merced de tiburones y de orcas», ha explicado el responsable de comunicación de Revarca.
Los zífilos son una familia de cetáceos odontocetos (con dientes en lugar de barbas) conocidos vulgarmente como zifios y se caracterizan por tener un hocico pronunciado, un cuerpo robusto y una boca muy curvada, lo que facilita su identificación. Además, tienen una singularidad: poseen una gran variabilidad en cuanto a su coloración, que puede ir desde el gris oscuro (mayormente en machos adultos) a color marrón rojizo (en su mayoría hembras).