El Ayuntamiento derribará en septiembre sus edificios en ruina de El Cabildo

Por su estado ruinoso, el derribo salió a licitación urgente a mediados de agosto de 2024, pero el proceso se dilató porque el Colegio de Arquitectos Técnicos presentó un recurso porque los requisitos excluían a estos profesionales. El Ayuntamiento volvió a licitar los trabajos, en dos lotes, y uno quedó desierto. Finalmente, en abril de este año se adjudicó el derribo a Palomera por 252.890 euros y un plazo de ejecución de tres meses. Pero la obra no arrancó entonces y al inicio del verano la alcaldesa, Gema Igual, estaba barajando si iniciar ya el derribo o esperar a septiembre, como finalmente será. Como apuntan desde el Consistorio, la obra conllevará cortes en la carretera que dificultarán el tráfico, por lo que se ha decidido retrasar las obras hasta septiembre, cuando baje la cantidad de gente que hay en la ciudad durante los meses de verano.

Aunque cuando se presentó el proyecto en agosto del año pasado se estimó que se construirían en torno a cuarenta viviendas, finalmente serán treinta. Así, el proyecto se dividirá entre el Ayuntamiento y el Gobierno cántabro. El Consistorio se encargará del derribo -el primer paso, que se ejecutará dentro de dos meses- y el Ejecutivo, a través de Gesvicán, construirá el nuevo edificio en el solar resultante. Como expuso entonces Igual, los propietarios que quedasen en el inmueble -el Ayuntamiento es propietario mayoritario- recibirían un piso en las mismas condiciones que el que tenían (ya pagado, con hipoteca...). El resto, se destinarán al alquiler asequible y se gestionará a nivel municipal.

Desde el Ayuntamiento de Santander no se descarta adquirir más viviendas en otros inmuebles de El Cabildo para facilitar su renovación ya que, si son los propietarios mayoritarios como en este caso, tienen más capacidad de decisión en posibles derribos o rehabilitaciones. También hay empresas privadas gestionando la venta de inmuebles y, en marzo de este año, Tecnocasa anunció varios edificios completos como «oportunidad para inversores». Además, varios vecinos corroboraron que diferentes empresas se estaban interesando en comprar.