Los ayuntamientos cántabros redujeron su deuda un 27% durante la pandemia
El pasivo municipal cayó hasta los 54,7 millones al cierre del año pasado y se concentra sólo en 33 corporaciones
Los ayuntamientos cántabros aprovecharon que el covid detuvo la vida durante varios meses para sanear todavía más sus cuentas. A falta de poder gastar, los ... municipios liquidaron un 27% de su deuda en solo un año. De los 75 millones de pasivo con los que cerraron 2019 pasaron a solo 54,7 a finales del pasado. Un mordisco importante a una tarta que, también es cierto, lleva menguando desde hace varios años. Sin ir más lejos, los ayuntamientos de la región debían en 2015 el triple que ahora (163 millones), según los datos difundidos por el Ministerio de Hacienda, que se elaboran a partir de la información remitida por el Banco de España.
La perspectiva mejora, incluso, si nos fijamos municipio a municipio. Dos de cada tres corporaciones no tienen ni un solo euro de deuda cuando en 2015, por ejemplo, la situación era justamente la contraria: solo un tercio tenía su deuda a cero. El monto ahora se aglutina en solo 33 ayuntamientos, y en muchos de ellos son cantidades muy ajustadas. El grueso de la deuda, un 85%, se concentra en solo cuatro municipios en los que vive la mitad de la población de la comunidad: Santander, Castro Urdiales, Laredo y El Astillero. Otros municipios grandes, con mucha población, no deben nada, como es el caso de Piélagos y Camargo, o una cifra mínima, como Torrelavega, donde el Ayuntamiento ha reducido su pasivo hasta los 151.000 euros, lo que toca a 3 euros por residente. Muy lejos de los 244 euros por vecino de Laredo, que con solo 11.148 habitantes acumula 2,7 millones de deuda, o los 190 euros por cabeza de Castro Urdiales.
Santander
El caso de Santander merece un análisis al margen. Hace una década la capital cántabra estaba entre las 40 ciudades más endeudadas de España, con un pasivo de 140 millones de euros, es decir, más de mil euros por vecino. Desde entonces, la factura ha ido mermando hasta alcanzar los 36,1 millones actuales (210 euros por residente). La rebaja de la deuda ha sido considerable en esos siete años, aunque especialmente acelerada en los últimos ejercicios. En 2019 aún ascendía a 48,9 millones, pero la pandemia ha permitido al equipo de gobierno pegarle una tajada del 27%. Es decir, ha liquidado una cuarta parte del total en solo un año.
Esta medalla en la lucha contra las deudas no solo se la pueden poner los ayuntamientos. La principal responsable es la regla de gasto aprobada en 2012 dentro de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. La muy criticada reforma del artículo 135 de la Constitución. Esta norma impide desde hace casi una década que las administraciones puedan incrementar su gasto por encima del crecimiento del PIB de España a medio plazo, lo que limita sobremanera la capacidad de gasto de las corporaciones locales.
Dentro del panorama general de reducción del pasivo hay lugar también para las excepciones. Como se puede ver en la tabla adjunta, cinco ayuntamientos aumentaron su deuda en el último año. La mayoría con cifras mínimas, casi ridículas, en torno a los 1.000 euros. Pero Argoños sí que la incrementó de manera significativa, de los 48.000 a los 690.000 euros, debido a que pidió ayuda al Estado para ejecutar las sentencias de derribo de viviendas.
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