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Andrés Fernández
Una batalla para que Sergio pueda ir por fin al colegio

Una batalla para que Sergio pueda ir por fin al colegio

Mónica Expósito critica que su hijo, de tres años y con una traqueotomía, está sin escolarizar por la falta de técnicos sociosanitarios en el centro

Ana Rosa García

Santander

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Domingo, 17 de diciembre 2017, 08:06

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Sergio iba a empezar al colegio justo al día siguiente de cumplir los tres años, pero los planes se truncaron y «a estas alturas del curso sigue sin escolarizar porque el centro en el que está matriculado, el Menéndez Pelayo (el más próximo a mi trabajo), no está dotado del técnico sociosanitario que mi hijo necesita para estar bien vigilado», cuenta su madre, Mónica Expósito. La razón de que precise este recurso especial es que el niño tiene una traqueotomía desde los dos meses de vida, porque nació con las cuerdas vocales paralizadas -se ahogaba porque no tenía suficiente espacio para que le entrara el aire-.

«Cuando hice la matrícula, fui con los informes sobre la discapacidad de Sergio, él tiene derecho a un técnico con experiencia en el manejo de la cánula, no vale un cuidador, pero se va a acabar el primer trimestre del curso y aún se tiene que conformar con ver a los niños desde la acera. Al pasar siempre dice, señalando con la mano, 'Mira ese es mi cole'». Mónica, que se ha volcado de lleno en el cuidado de su hijo en estos tres años, ha emprendido una «batalla» para conseguir que «vaya a clase como un niño más».

Primero se topó con «los cambios organizativos que siguieron al relevo del consejero de Educación Ramón Ruiz por Francisco Fernández Mañanes, y todo su equipo. Tuve que empezar de nuevo para recordar que seguíamos esperando». Y después, la «sorpresa» fue conocer que «Educación había previsto la incorporación de diez técnicos sociosanitarios para diferentes colegios de la región, pero que no han empezado a trabajar aún». Isabel Fernández, directora general de Innovación Educativa y Centros Escolares, que ha recibido en persona a Mónica, admite esta demora: «La primera medida que adopté cuando tomé posesión del cargo, en septiembre, fue una modificación presupuestaria para dotar a los centros de estos diez técnicos sociosanitarios y atender la demanda existente de la mejor manera posible, pero la propuesta no se admitió desde Función Pública (este personal no depende de Educación). En principio, tenemos la garantía de que se incorporarán en enero, cuando se reinicie el curso tras las vacaciones de Navidad».

¿Técnico o enfermero?

No obstante, Fernández no tiene claro que esa vaya a ser la solución adecuada para Sergio, y «así se le ha comunicado a su madre. Los recursos se deciden en función de los informes clínicos del niño, y en este caso parece que es más conveniente que vaya a un colegio dotado con enfermero escolar, dentro de una distancia que estimamos razonable, teniendo en cuenta su petición» -Los Escolapios o Antonio Mendoza, por ejemplo-. «Esa es la medida que se ha ofrecido desde la Consejería, que tiene una sensibilización especial por este tipo de situaciones, pero presupuestariamente no llega para dotar a todos los centros. No podemos dar solución a demanda a cada familia», apunta la directora general.

Mónica admite que le trasladaron esa propuesta, pero «no me vale, lo que pido es que el niño esté cerca de mi lugar de trabajo, que es el Centro de Evaluación, Valoración y Orientación (EVO) de Cañadío, por si tengo que acudir en caso de que haya algún problema». Desde que nació Sergio, nunca se ha separado de él. Al ser madre soltera tuvo que acogerse al Real Decreto que contempla la prestación para el cuidado de menores con enfermedad grave, lo que le permite disfrutar de una reducción de jornada del 99% sin renunciar a su sueldo. «Pero en cuanto él empiece al colegio, tengo que incorporarme a mi puesto, y estoy sola. Me da rabia que no se entienda esto, que me tengan dando vueltas tres meses, mientras Sergio sigue sin escolarizar. Él está en su derecho de ir al colegio», declara. Y ella, «harta de largas», se confiesa «dispuesta a plantarme en el pasillo de clase cuando se retome el curso en enero. Le voy a llevar, y lo haré cada día hasta que le pongan un técnico sociosanitario, aunque también me han dicho que este tipo de casos puede exceder de sus competencias y negarse a atenderle. Pero si en realidad creen que necesita una enfermera escolar, que se la faciliten, pero así no podemos seguir», lamenta esta mujer, convencida de que «nuestro caso no es el único».

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