Becas a jóvenes investigadores con el reto de «aumentar la supervivencia del cáncer»
La Asociación contra el Cáncer de Cantabria reparte 236.000 euros entre dos proyectos predoctorales y cuatro ayudas a la investigación
Marta Martínez Conde y Saire Edith Córdova comparten un mismo propósito: encontrar nuevas vías para tratar el cáncer desde los laboratorios de Cantabria. A ... sus veintipocos años, ambas se enfrentan a proyectos que pueden marcar un antes y un después en la investigación biomédica. Ayer, en el Palacio de La Magdalena de Santander, recibieron las ayudas predoctorales más importantes que concede la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en la comunidad, dotadas con 110.660 euros cada una y una duración de cuatro años.
Marta, desde la Universidad de Cantabria, estudiará cómo las alteraciones en la estructura del ADN pueden influir en la evolución del cáncer de pulmón, con el objetivo de avanzar hacia tratamientos más personalizados y eficaces. Saire, investigadora del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (Ibbtec), se centrará en nuevas terapias para el linfoma cutáneo de células T, buscando aumentar las tasas de curación y reducir los efectos secundarios de los tratamientos actuales.
A su lado, otros jóvenes profesionales recibieron también el impulso de la AECC: Carmen Barroso Mora, estudiante de la UC; y los médicos residentes Clara Castro Carballeira, Carlos García Mochales y Teresa Vallejo López, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. En total, la asociación ha destinado 236.000 euros en ayudas que se traducen en formación, investigación y esperanza. Las aportaciones de voluntarios y la ciudadanía que participa en carreras, marchas y eventos solidarios hacen posible que estos fondos lleguen a los laboratorios.
Las dos becas concedidas, de 110.660 euros cada una, se destinarán a investigar el linfoma cutáneo de células T y el cáncer de pulmón
Durante el acto, las investigadoras compartieron su entusiasmo y también las dificultades de dedicarse a la ciencia durante dos mesas redondas. «Ojalá no hicieran falta estas becas, pero son imprescindibles para empezar una carrera investigadora. Sin ellas, no podríamos formarnos ni dedicarnos a lo que nos apasiona», explicó Natalia Sánchez, antigua adjudicataria. Marta Martínez coincidió en la importancia de contar con este impulso: «Nos permite centrarnos en la tesis sin deslomarnos buscando recursos por todos lados. Si queremos seguir investigando, necesitamos llegar al doctorado, y este es el único camino».
El presidente de la entidad en Cantabria, Pedro Prada, subrayó que la investigación «es una de las tres patas fundamentales» del trabajo de la asociación. «Queremos alcanzar el 70% de supervivencia en cáncer antes de 2030, y solo con investigación podremos lograrlo», afirmó. Desde el ámbito sanitario, el gerente del Servicio Cántabro de Salud, Luis Carretero, destacó la importancia de generar conocimiento: «No solo nos preocupa ser eficaces con un paciente, sino con todos. La investigación permite que los avances lleguen a toda la sociedad». Por su parte, la concejala de Salud de Santander, Zulema Gancedo, agradeció la constancia: «Investigar es duro, requiere perseverancia y una voluntad casi sobrenatural. Sois talento y compromiso».
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