Bezana repite como el municipio más rico, pero la renta se dispara en Ribamontán al Mar
La llegada de cotizantes de otras localidades o regiones también hace ganar posiciones a Liendo, Villaescusa o Arnuero. Soba sigue a la cola por el gran número de autónomos agrarios y la renta solo cae respecto al año previo en Mazcuerras y, sobre todo, en Torrelavega
La declaración de la renta sirve para que el contribuyente se lleve una gran alegría o un gran disgusto una vez al año, para que ... quien haya aportado en el último ejercicio menos de lo que le correspondía para el sostenimiento de los servicios públicos se ponga al día con Hacienda y para que le devuelvan lo que es suyo a quien haya aportado más. Hasta para pillar al que quiere escaquearse. Pero además de todo eso, con todas las declaraciones juntas se pueden extraer conclusiones estadísticas para conocer mejor la realidad.
Por ejemplo, la del reparto de la riqueza por municipios. Dónde están los más ricos, dónde los más pobres... Como todo los años por estas hechas, la Agencia Tributaria acaba de publicar la lista completa de España, que con los datos de la campaña del IRPF de 2024 –referidos a los ingresos de 2023– vuelve a encabezar la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón y cierra Benamargosa, en Málaga. Y también como todos los años –al menos los tres últimos, cuando arranca la serie histórica–, los vecinos de Santa Cruz de Bezana se mantienen como los de mayor poder adquisitivo de toda Cantabria.
Allí, la renta media de cada una de las personas que a la fuerza o no –hay quien no tiene la obligación legal por no llegar a ciertos límites– hizo la declaración se situó de media en 36.520 euros, un 21% más que los 30.116 euros del conjunto de la comunidad autónoma, que crece a su vez un 3,2% respecto al año anterior.
«Este dato, que sin duda refleja la fortaleza y el dinamismo de nuestro municipio, no debe llevarnos a equívoco. Se trata de una media estadística y no significa que todos nuestros vecinos disfruten de un nivel adquisitivo alto», explica la alcaldesa, Carmen Pérez. Es decir, que porque su localidad recibiera en las últimas décadas una gran cantidad de familias con ingresos elevados que apostaron por vivir en una de las muchas urbanizaciones de residencias unifamiliares que se levantaron en Maoño, Soto de la Marina y Sancibrián no quiere decir que el vecino de toda la vida haya prosperado hasta situarse al mismo nivel.
En esa línea, la regidora popular subraya que es consciente de que en Santa Cruz de Bezana «conviven diferentes realidades sociales, y precisamente por eso nuestro compromiso es redoblar los esfuerzos para atender las necesidades de quienes atraviesan otro tipo de situaciones: familias con rentas no elevadas, personas desempleadas, emprendedores que necesitan apoyo para sacar adelante sus proyectos o colectivos con necesidades especiales». Los chalés tiran hacia arriba la estadística como ocurre también en Liendo (35.241 euros), Villaescusa (35.013), Castro Urdiales (34.356), Piélagos (33.047), Suances (30.758), Arnuero (30.330) o Argoños (30.267), entre otros. Todos ellos están por encima de la media autonómica.
La renta media en Cantabria, según el IRPF de la campaña 2024, fue de 30.116 euros, un 3,2% superior al año anterior
Las zonas rurales tienen las rentas más bajas. Los municipios que rodean a la capital o atraen a nuevas familias, las más altas
En el puesto siete está Santander (33.046) y, dentro del top diez, el caso más curioso es el de Ribamontán al Mar. No solo es el segundo municipio del ránking, sino que experimenta el mayor crecimiento de toda Cantabria con una subida anual de la renta media del 22,4%. ¿Las razones? También tienen mucho que ver con los movimientos migratorios internos. «Hay un aumento importante de empadronados y el tipo de gente que viene tiene un poder adquisitivo alto. Esa tiene que ser la explicación», razona la teniente de alcalde, Araceli Colina.
Apunta que el perfil de los recién llegados es diverso. Jubilados del País Vasco, personas en edad laboral procedentes de Madrid que pueden teletrabajar y solo se desplazan a su puesto una vez por semana o incluso menos, extranjeros... Pero también familias de otras zonas de Cantabria «porque tenemos todos los servicios básicos. Guardería, Educación Primaria, piscina, teatro...». La parte positiva es que nuevos vecinos con alto poder adquisitivo se traduce en más gasto en los negocios de Ribamontán al Mar y más dinamismo económico. La negativa, que los de casa tienen más dificultades –aún– para encontrar una vivienda. «En eso estamos trabajando», asegura.
La otra cara de la moneda
En lado contrario, abajo del todo en la clasificación autonómica, está Soba. Al menos entre los municipios de más de un millar de vecinos, los que analiza la estadística. Su alcalde, Julián Fuentecilla, es ya un habitual en los reportajes sobre la renta media de los municipios porque el suyo también ocupa siempre esa posición. Y ocupa siempre esa posición por el carácter rural de su estructura económica y social.
Una parte importante de los 1.076 censados son personas jubilados que cotizaron a la Seguridad Social como autónomos del régimen agrario. Es decir, que las pensiones que les han quedado son pequeñas. «Algunas no llegan a los 800 euros», apunta el regidor. Reconoce que, pese a todo, «la vida real es bastante buena y el nivel de vida puede ser mejor que en otros municipios que aparecen más arriba».
Más novedoso en Soba es que la renta media haya subido en solo un año un 16,7%, el tercer mayor incremento de todos. «Estamos viviendo un buen momento en la ganadería. Es un negocio más productivo que hace unos pocos años y se paga lo que vale. También está habiendo un desarrollo turístico importante», cuenta. Un tercer argumento tiene que ver con la llegada de jubilados de otras provincias, sobre todo vascas, normalmente con más ingresos. Si todos se empadronaran en Soba –Fuentecilla anima a ello no siempre con éxito–, ese porcentaje de incremento sería aún mayor.
De los mayores incrementos, a los mayores descensos. O simplemente a los descensos, donde solo están dos municipios. El de Mazcuerras es simbólico (-0,2%) y mucho más llamativo es lo que ocurre en Torrelavega, donde la renta media cae un 3%. Su concejal de Hacienda, Pedro Pérez Noriega, también encuentra la explicación en el censo. Entiende que con las últimas subidas de población –tras lustros de caídas– se pueden dar efectos estadísticos de este tipo. Por ejemplo, si coyunturalmente un año llegan muchas familias donde solo trabaja un miembro. «Tiene que ser eso».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión