La campaña de «condena al genocidio» de Gaza llega al comercio cántabro
Distintos negocios hacen huelga de consumo y cierran sus puertas los jueves para denunciar la masacre en Palestina y exigir el fin de la violencia
Distintos comercios de Cantabria se han sumado a la iniciativa internacional de «condena al genocidio» de Gaza movidos por la «profunda impotencia» que les generan ... los masivos asesinatos en territorio palestino. Saben que colgar el cartel no resolverá el conflicto, pero recuerdan que «cada gesto cuenta y contribuye a amplificar el mensaje de solidaridad y denuncia». Se trata de una huelga mundial de consumo, una campaña iniciada el 21 de agosto a través de redes sociales y continuada todos los jueves.
«Yo me enteré de esta campaña a través de redes sociales», cuenta Carmen Alonso, gerente de la librería de Santander con el mismo nombre. El objetivo es presionar, por medio de un parón en la producción y el consumo, a los «Estados cómplices» para que adopten políticas que «condenen el genocio en Gaza». El negocio de Alonso cierra los jueves en protesta por «el silencio de los gobiernos».
La iniciativa de esta huelga comenzó a nivel mundial encabezada por la organización Humanti Project, una asociación de apoyo y visibilización a las víctimas de Gaza que también genera presión hacia las instituciones de los países colaboracionistas de Israel por medio del envío masivo de correos a sus mandatarios. La huelga no solo implica a los comercios, sino también a los consumidores. «Yo no solo cierro la librería los jueves, sino que además no compro nada. Ni siquiera gasolina. Cualquier cosa que se empiece en esta línea de denuncia me gusta porque es importante», expone Alonso.
Las frases
Carmen Alonso Libros
Carmen Alonso
«Yo no solo cierro la librería todos los jueves, sino que además no compro nada. Ni siquiera gasolina»
Viarce
Marian y Ruth Sierra
«Sentimos dolor, vergüenza, y estas propuestas sirven para unirnos, para mostrar el poder de la sociedad civil»
En el Día del No Consumo, como se ha llamado a los jueves de huelga por Palestina, también participa la tienda de decoración Viarce, principal promotora en Santander de estas campañas. Sus propietarias, las hermanas Marian y Ruth Sierra, explican que «nadie está indiferente ante esta atrocidad. Sentimos dolor, vergüenza y desinformación, y estas propuestas sirven para unirnos, para mostrar el poder de la sociedad civil». Al igual que otros negocios se han sumado a la campaña de parón de consumo y cierran el negocio los jueves: «Esta forma de manifestarse ha llegado hace poco a Santander y se está extendiendo rápidamente».
Carteles con las sandías
Varios de estos comercios también tienen puesto un cartel en su escaparate, en el que se puede leer «este establecimiento condena el genocidio de Gaza». El texto, en blanco sobre fondo azul, está acompañado de una sandía dibujada por Artur Galocha, diseñador y periodista. El símbolo de esta fruta es empleado a menudo por varias organizaciones y colectivos de denuncia a la ocupación israelí, principalmente por los colores rojo, verde, negro y blanco, que también se encuentran en la bandera palestina. Además es un cultivo que forma parte fundamental de la agricultura del país. Aunque este símbolo tiene ya varios años de recorrido, se ha puesto muy de moda recientemente tras el comienzo de la ofensiva de Israel, lo que lo ha convertido en un icono de la resitencia gazatí.
Estos carteles condenatorios surgen del conjunto Artistas con Palestina, quienes han comenzado a repartir las octavillas a los locales y negocios que quieran participar de la iniciativa de denuncia internacional. Aunque empezaron a ser puestos en Madrid, no han tardado en llegar a otras ciudades del país, como Santander. La cafetería Siboney, en Castelar, es uno de los comercios que tienen expuesto en su cristal el cartel. Su dueño, Pedro Manuel García, explica que es importante «para que la gente esté concienciada y no lo deje ahí, en el olvido. Es importante colgar estos carteles para visibilizar, no solo el genocidio que se está cometiendo en Gaza en este momento, sino también la condena de los negocios».
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