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Cantabria afronta este viernes una alerta amarilla (riesgo) por tormentas, con rachas de viento fuertes y granizo. En concreto, el aviso estará activo por la tarde, entre las 16.00 y las 21.00 horas, en Liébana, la Cantabria del Ebro, el centro de la región y el valle de Villaverde, según indica el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Cantabria, Sergio Fernández. Además, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha lanzado un aviso para que la población esté atenta a posibles crecidas repentinas en caudales de barrancos y pequeños afluentes de Cantabria y otras comunidades autónomas esta tarde.
La advertencia de este segundo organismo que controla las cuencas de los ríos deriva de las alertas de Aemet por lluvias intensas, de al menos 15-30 litros por metro cuadrado en una hora. «Se han emitido avisos de tormenta, que puntualmente pueden ir acompañados de granizo y rachas de viento fuertes», detalla Fernández, quien añade que también habrá alertas por precipitación acumulada en una hora, que puede llegar a ser superior a los 15 milímetros.
Para el delegado territorial de la Aemet en la comunidad, este viernes va a ser un «día de contrastes», ya que por la mañana Cantabria ha contado con cielos prácticamente despejados y con viento de componente este. Es ya por la tarde, explica Fernández, cuando «cambia completamente» la jornada y el viento soplará de componente oeste. A este fenómeno se suma que las nubes de evolución irán creciendo, dando como resultado chubascos generalizados en toda la región, con mayor acentuación en el interior.
Esta situación se debe a que entra en Cantabria una vaguada de aire frío en altura que «inestabiliza la atmósfera». «Es normal este cambio en un mismo día», añade. Según explica, este episodio deja ya a un lado el invierno y es la tónica generalizada de un tiempo de «primavera-verano, que cuenta con chubascos tormentosos que se producen por la tarde y la noche». «Son días de contrastes», reitera Fernández a este periódico.
Sobre la previsión para este fin de semana, el delegado territorial de la Aemet en Cantabria apunta que el tiempo «irá mejorando», aunque, eso sí, se esperan precipitaciones la madrugada del viernes al sábado. Asimismo, mañana, que «hará fresco durante toda la jornada», se prevén lluvias «débiles y dispersas» hasta el mediodía, sobre todo en el litoral y centro y Valle de Villaverde. «Se queda ya al margen Liébana y la Cantabria del Ebro», apostilla Fernández. De cara a la tarde de este sábado, se espera que las lluvias remitan, mientras que para este domingo se prevé un día «agradable», con cielos despejados y una subida de temperaturas, con máximas de 18 grados.
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