«El covid ha reforzado nuestra vocación»
Alumnos del último curso de Enfermería y Medicina valoran cómo puede influir la crisis sanitaria en su futuro profesional
Laura Fonquernie
Santander
Domingo, 18 de octubre 2020, 07:34
Siempre han estado ahí y han recorrido los pasillos del hospital mil veces. Lucen uniformes y batas en las que, a veces, se intuye un ... bolígrafo enganchado en el bolsillo y la mayoría lleva algún aparato médico colgado del cuello. Y así han seguido durante toda la pandemia. En primera línea y sin dejar de trabajar ni un minuto. Antes no eran invisibles, pero la crisis sanitaria ha servido para destacar aún más la labor diaria que hacen médicos y enfermeros. «A la profesión le ha venido bien, se ha reconocido el trabajo de los enfermeros que a veces parece estar algo olvidado». El entrecomillado es de Jana Barreda, una estudiante de último curso del grado en Enfermería. Sus planes para el mes de mayo eran estar en el hospital aprendiendo, le tocaba hacer prácticas. Pero el covid cambió su calendario. Aunque le hubiera gustado ayudar durante los meses más duros, reconoce que ver desde casa el papel clave que desempeñaban los que serán sus compañeros de profesión le «hacía sentir orgullosa». Y contenta con los estudios que eligió hace ya cuatro años por pensar que «el día de mañana esa podría ser yo». A los estudiantes que han empezado ahora el último curso de su grado en la rama sanitaria, la crisis del coronavirus les quitó semanas de aprendizaje, pero también les ha servido para «reforzar su vocación». Y quieren pensar que dejará algo positivo. La situación ha destacado el importante papel de estos profesionales. Algo de lo que esperan surjan oportunidades y traiga consigo la «mejora de las condiciones del personal sanitario». En eso coinciden los seis estudiantes consultados por El Diario Montañés (que han retomado sus prácticas) sobre cómo influirá el covid en su carrera profesional –aunque ellos no hayan tratado con pacientes covid–.
«Si hubiera estado en cuarto de carrera me hubiera gustado ayudar», continúa la joven. Una inquietud que compartían entre los compañeros. Lo cierto es que el motivo que hay detrás de su elección por este grado fue, precisamente, que le «gustaba cuidar a la gente». Y esta vez eso hacía más falta que nunca. Del covid, Barreda sólo desea que haya abierto la puerta a nuevas y mejores condiciones que repercutan el día de mañana en su futuro profesional. «Sobre todo en residencias, que han estado muy desprotegidos».
Y en este punto clave coincide Magdalena Martínez, estudiante de Medicina que está ahora de prácticas en el hospital de Sierrallana en la especialidad de Neumología. A ella la pandemia le pilló de Erasmus en Portugal y reconoce dos cosas tras haber estado en contacto con sus homónimos en otros lugares. Por un lado, que ver desde casa el trabajo de los profesionales sanitarios le ha servido para «reforzar su vocación». Y, por otro, que le ha permitido ser consciente de que, efectivamente, «las condiciones de trabajo de los médicos en España son peores que en otros países». Parece que aquí el personal sanitario «no está tan bien valorado». Un aspecto en el que, tras estos meses de trabajo, espera también llegar a ver un cambio a mejor. Porque la situación ya ha llevado a algunos compañeros suyos a replantearse si quedarse en el país o buscar oportunidades fuera.
Incorporarse a las prácticas con las cifras de contagios en plena escalada no es fácil y por eso los jóvenes no niegan su inquietud cuando cruzaron las puertas del hospital. Más que por ellos, por los familiares con los que comparten casa. «Sí, lo vivo con preocupación por mi familia, eso me ha agobiado un poco», reconoce Carmen Manuz, del grado de Enfermería. Ella considera que, además de para el personal sanitario en general, el 2020 ha sido «crucial» para su profesión porque les ha permitido «coger más protagonismo». Como al resto, le hubiera gustado echar una mano allí donde hacia falta. «Si entonces hubiera estado en cuarto, me habría apuntado para trabajar encantada». De momento, sigue con sus prácticas y, en cuanto acaben, «quiero incorporarme», añade. Consciente de que el hospital necesita «mucho personal», sólo espera encontrar su hueco pronto.
En la bolsa de voluntarios
Por si acaso hacían falta manos para dar respuesta a la ola de contagios, se creó un equipo de voluntarios en el que se registraron casi todos. «Me apunté a una bolsa que nos pasaron para ayudar si era necesario, pero al final no me llamaron», cuenta David Suárez, que está de prácticas en el servicio de Neuropediatría de Valdecilla. El covid ha dado un vuelco a casi todo y él comparte la visión con el resto de estudiantes entrevistados en que el bicho ha conseguido que «se valore a nivel público al sector sanitario». Casi seguro de que la población ya era consciente del valor del sistema español, quizá ahora esto «ayude a que dejen de precarizar ciertos trabajos y quede patente la necesidad de tener personal y profesionales suficientes».
Nadie sabe qué va a ocurrir, pero el joven es optimista y considera que la situación actual «va a ser positiva de cara a nuestro futuro, porque se ha visto que no somos prescindibles ni un sector en el que recortar». Y, aunque el virus ha interrumpido su formación al robarle varios meses de prácticas, Suárez admite que volver al hospital en una situación como la actual «nos va a ayudar a desarrollarnos como médicos». Desde pequeño tuvo esa curiosidad de saber sobre anatomía, así que esta enfermedad le despierta ese interés por seguir aprendiendo. Una crisis que puede terminar convirtiéndose en una oportunidad.
A Carmen Basanta ver que «faltaba gente» le hacía querer sumarse al carro de voluntarios a toda costa. Aunque sólo fuera por «quitar carga laboral», explica. Por supuesto, ella también se quedó sin parte de sus prácticas de Enfermería y eso fue «chocante» porque «tenía ganas de trabajar». Y sí, el coronavirus ha servido para reforzar su vocación y aquella elección que tomó sin tener muy claro a qué quería dedicarse. «Ahora ves que hace falta y que las enfermeras tienen un papel esencial», comenta. Basanta cree –o eso espera– que esto provocará cambios en el ámbito sanitario. Quizá no lleguen «ya», pero sí en un futuro más a largo plazo. Para ella, pensar que en un año será enfermera y podrá ayudar allí donde han estado tantas profesionales durante estos meses, «es un orgullo, no hay mejor palabra para definirlo», resume.
Andrés Obando lleva tres semanas en Ginecología de Valdecilla y, antes de nada, comenta que «ha cambiado mucho el ambiente del hospital». Son las mascarillas, los EPI, las medidas... El covid ha hecho mucho daño, pero, si de algo ha servido, ha sido para «dar más fuerza a los médicos», opina el estudiante.
¿Repercutirá en algo? «Espero que saquen más plazas e inviertan más dinero porque faltan recursos», resume Obando. A él también le hubiera encantado poner su granito de arena durante los meses más duros de la pandemia. No pudo, pero, aún así, ver desde su lugar el papel de los sanitarios «ha sido una motivación, aunque seas estudiante». En unos años él estará al otro lado y «sientes que estás haciendo algo importante», añade.
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