La forma de realizar la integración ferroviaria en Santander se decidirá después de mayo

El Ayuntamiento ha concurrido a la reunión con dos voces. De un lado, la de César Díaz, concejal de Fomento (PP) que está encima de este proyecto desde hace años y que ha subrayado dos cuestiones: lo trabajado y avanzado por Adif desde 2016 con su correspondiente viabilidad técnica y económica y que esto «concuerda con lo firmado en el convenio de 2018», al que costó innumerables negociaciones llegar. La otra es la de Javier Ceruti, concejal de Urbanismo (del partido Ciudadanos), que se comprometió con sus electores a convocar una consulta ciudadana y que fía el plan de futuro a los que éstos reclamen. A Díaz, nunca lo ha ocultado, le gustaría que el proyecto saliese por el cauce actual para que no haya más retrasos. A Ceruti le importa que cuaje como digan los vecinos de Santander.

Ambos han coincidido, sin embargo, en el hecho de que la losa con la que se taparán las vías del tren ha sido bien enfocada por los técnicos «para que esté lo mejor integrada posible con el Parque del Agua, con un aprovechamiento óptimo y un gálibo lo más bajo posible», ha señalado Díaz. Ceruti ha agregado que el trabajo desde las premisas iniciales ha sido «grandísimo»: se ha mejorado «con la participación del Ayuntamiento, que ha exigido arreglos sobre sobre el preproyecto que fue publicado. El actual es mejor y nos permitirá exponer datos muy concretos sobre las dudas que tenía la gente» en el proceso de participación.

Aun así, Ceruti sigue sin entender por qué el ministerio ha apostado en otros lugares por el soterramiento -pese a que es una solución más cara- y en Santander no se plantea esta opción. Si la consulta ciudadana se inclinara por pedir un soterramiento «obviamente habría que entablar una negociación con Adif», ha defendido. El edil de Ciudadanos ha repetido en varias ocasiones que no quiere influir en el procedimiento de escucha a los santanderinos pero ha señalado que, personalmente, el tratamiento que se le daría a la estación de trenes le gusta «mucho». Sabe, sin embargo, que en las mesas que se abran se pondrá en cuestión su actual ubicación «y si cambia la ubicación ya no estamos hablando de lo mismo». A sus ojos, que la estación se mantenga en la centro de la ciudad «es una ventaja competitiva, que da comodidad a los usuarios, por lo que preferiría que no se perdiera».

Díaz ha insistido, por su parte, en que Adif ha recordado que este organismo ha trabajado en la línea en que tres administraciones (la estatal, la regional y la local) le encargaron y ha subrayado que, aunque se haga un paréntesis, «es importante que todas las instituciones vayan a una porque si no, un plan de esta envergadura es muy difícil» de sacar adelante. Como es sabido, la actuación propuesta va desde la calle Castilla a la altura de la Policía Local, donde desemboca la pasarela que la conecta con la calle Alta, y las estaciones, y plantea minimizar el impacto de las vías, que se agrupan hacia la ladera de Alta.

El consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, representante del Gobierno regional en este proyecto, se ha mostrado «satisfecho» al concluir el encuentro porque ha visto por vez primera «el proyecto constructivo y es real y serio». «Responde a los objetivos que firmamos y a nuestras expectativas», ha añadido. Gochicoa ha declarado que la Administración regional pretende seguir colaborando para que la solución sea «la mejor posible» y que estará «expectante» sobre lo que se decida. Eso sí, también ha pedido que se llegue a un acuerdo para que se pueda cumplir la meta «común de liberar los espacios ferroviarios».

El proyecto cuenta con un presupuesto en torno a los 226 millones de euros, de los que Adif y Renfe aportarían 166 y el resto el Gobierno y el Ayuntamiento, con porcentajes del 30 y el 20 % respectivamente. Además de los representantes políticos, en la reunión han participado técnicos de FEVE, Renfe y Adif.