La economía cántabra crece con timidez y acaba última del país en 2024
El PIB regional solo subió un 2,3% el año pasado, el peor dato de todas las comunidades y por debajo del 3,5% de la media nacional
La economía de Cantabria no acaba de despegar. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado los datos de crecimiento del año pasado y ... los resultados están lejos de los mensajes optimistas lanzados por la presidenta, María José Sáenz de Buruaga. El Producto Interior Bruto (PIB) creció el año pasado, sí, pero lo hizo de forma muy tímida y por debajo de la media nacional, hasta el punto de que Cantabria fue la peor comunidad de todo el país. El aumento del 2,3% del PIB queda lejos de los números de otras comunidades similares, como La Rioja (+3,1%), Navarra (+3,3%) o Murcia, la que más creció de todo el país con un 4,5%.
Este pobre aumento del PIB ha cogido con el pie cambiado a todo el mundo. En primer lugar, a los indicadores que daban un mejor resultado para Cantabria a comienzos de 2024 y que, a medida que pasaban los meses, fueron enfriando sus previsiones. Todos los informes del BBVA, la Airef o Hispalink calcularon un crecimiento del PIB por encima del 2,6%. Alguno incluso por encima del 3%. Y en segundo lugar, al propio Gobierno. «Nos extrañan mucho los datos, pero hasta que no conozcamos en diciembre la desagregación por sectores económicos no es posible hacer una valoración», destacó ayer el consejero de Economía, Luis Ángel Agüeros.
«Nos extrañan mucho los datos, pero hasta diciembre no podremos saber a qué sectores son imputables»
«El PIB per cápita muestra la realidad de la economía cántabra: ha crecido de manera exponencial hasta lograr prácticamente la convergencia con España»
Luis Ángel Agüeros
Consejero de Economía
Tanto unos como otros fueron demasiado optimistas porque la impresión general era que la región estaba creciendo ostensiblemente en algunos sectores. La compra-venta de viviendas y la recaudación se situaron, por ejemplo, en máximos históricos. A eso hay que sumar las mejores cifras de empleo de los últimos dieciocho años, con un récord histórico en la afiliación a la Seguridad Social, con más de 240.000 trabajadores. «El tirón del empleo se concentra en el sector público, las actividades profesionales y el comercio. En el lado opuesto, la agricultura y la industria siguen ofreciendo un rendimiento modesto, lo que frena una expansión laboral más equilibrada», avisaba en sus informes anuales el BBVA.
Además, el año pasado, Santander superó también la barrera del millón de pernoctaciones hoteleras, lo que supuso «un récord histórico». En total, fueron 524.052 los viajeros que se alojaron en hoteles de la capital cántabra en 2024, un 10% más que en el año anterior. Todo parecía apuntar a un crecimiento económico superior, pero no fue así.
La industria
Así que todas las miradas están puestas en la industria, a falta de conocer dentro de tres meses dónde se produjo exactamente el frenazo económico. Desde el Gobierno cántabro lo sospechan, pero todavía no se atreven a señalar culpables. El BBVA sí acusa directamente en su informe de coyuntura económica a «la lenta y excesivamente estacional creación de empleo, el declive del sector primario y la caída tanto en exportaciones como en importaciones, que acrecienta la limitada apertura al comercio exterior».
Cantabria sí coge algo de aire con los datos del PIB per cápita. En la tabla que acompaña este artículo puede verse a la comunidad abandonar la última plaza, con una riqueza de 29.791 euros por cada vecino. Aún así, tampoco llega a la media nacional de 32.633 euros.
Con el turismo, el empleo y la compraventa de pisos en máximos históricos, todo apunta a que la industria puede ser la causa
El consejero de Economía se agarra a esta estadística para defender las fortalezas de la región. «El PIB per cápita muestra la realidad de la economía cántabra: ha crecido de manera exponencial hasta lograr prácticamente la convergencia con España», señaló Agüeros.
Perspectivas
El problema es que las perspectivas para este año tampoco son, precisamente, las mejores. Existe un sentimiento generalizado de que la desaceleración no desaparecerá, igual que el contexto de encarecimiento del precio de la energía, el estancamiento de la Eurozona y el aumento de las tensiones derivadas del entorno geopolítico. Uno de los principales desafíos es el estancamiento secular de la economía de los principales socios comerciales de España, lo que está restringiendo el crecimiento de sectores clave, como la industria.
La incertidumbre política no está en la lista negativa en Cantabria debido al pacto de Presupuestos entre PP y PRC, pero si quiere seguir así el Gobierno de Buruaga deberá volver a convencer a Miguel Ángel Revilla para que dé luz verde a las cuentas de 2026. Un documento clave para no seguir poniendo piedras en el camino del crecimiento económico y para la llegada de nuevas empresas e inversiones.
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