Fallece Rosa Portilla, directora de Enfermería del Hospital de Laredo y «una compañera enormemente querida»
Consternación en el centro hospitalario en el que la enfermera trabajó durante más de 30 años y que la despide destacando su «gran profesionalidad» y su «ética del trabajo»
Durante más de 30 años, la vida profesional de Rosa María Portilla Díez ha estado ligada al Hospital Comarcal de Laredo, así que su reciente ... e inesperado fallecimiento a los 57 años de edad ha dejado consternada a la plantilla del centro, donde Rosa era la directora de Enfermería, y, sobre todo, una compañera «enormemente querida y respetada por todos los profesionales de esta casa». Son palabras de Antonio Juan Pastor, gerente del hospital, que repasa la gigantesca huella profesional y personal que Portilla ha dejado en Laredo tras media vida unida al centro, prácticamente desde su fundación.
Allí empezó a trabajar en 1991 y, a partir de entonces, fue ocupando puestos que le permitieron conocer el hospital de arriba abajo. «Fue enfermera de base, pasó por diferentes plantas, fue supervisora de unidad, adjunta de Enfermería y directora en los últimos años», evoca Pastor, quien, al igual que sus compañeros, destaca de Portilla «su profesionalidad –era una gran amante de su profesión–, su ética del trabajo, y su compromiso con la enfermería. Era una gran defensora de sus competencias y de los cuidados».
En tres décadas de trabajo, los logros de Portilla han sido numerosos. Y se «emocionaba» con cada mejora, revela Pastor. Al margen de su labor asistencial, fue una «gran potenciadora de la formación de pregrado» en el Hospital de Laredo; reorganizó la actividad enfermera en el bloque quirúrgico; inauguró espacios importantes, como los jardines interiores del centro, dedicados a la rehabilitación de los pacientes ingresados; y se encargó de actualizar la seguridad y la accesibilidad de las habitaciones del centro.
Además, el año pasado recibió un reconocimiento a manos de la Escuela de Enfermería de Mompía, convirtiéndose en madrina de su última promoción, la quinta, que le agradeció su implicación. «A su valiosa colaboración, cariño y dedicación en la formación práctica del alumnado», se leía en la placa dedicada al equipo de Enfermería de Laredo que los egresados del año 2025 le entregaron a Portilla. En Mompía también lamentan su pérdida.
Su compromiso profesional fue firme; también su compañerismo. «Tenía un talante abierto, colaborador, y era muy cariñosa con todos»: profesionales, pacientes, familias…, subraya Antonio Juan Pastor. «A Rosa le guiaban la mejora continua del hospital y la mejora de las personas», añade.
«Liderazgo desde la discreción»
Sus compañeros están conmocionados. Fallecida a causa de un cáncer raro y muy agresivo por su rápida evolución (carcinoma anaplásico de tiroides), Portilla era una persona que se dejaba sentir en el día a día del centro hospitalario, empeñada como estaba, recalca el gerente, en «poner a los demás por delante. Hasta el último día estuvo preocupándose por todos».
«Ha ejercido un gran liderazgo, pero lo ha hecho desde la discreción», precisa Pastor, que destaca sus ganas de hacer, su «iniciativa». Y no solo la tuvo en el ámbito profesional, sino también en el personal. «Rosa era un pilar fundamental de su familia», de la que ha podido despedirse en su domicilio, acompañada por sus seres queridos. Su otra ‘casa’, el Hospital de Laredo, también la despide con emoción y confiando en «estar a su altura» en el futuro.
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