González Urquijo: «Los funcionarios cántabros que asignan las ayudas también disfrutan de ellas»
Cantabria ·
Jesús González Urquijo, director del Instituto de Prehistoria de Cantabria (Iiipc), exige al Gobierno regional más «responsabilidad» y «justicia» en la gestión del patrimonio y de los recursos públicos para las excavaciones en la regiónPor su apariencia, afable y tranquila, de voz pausada, nadie diría que a Jesús González Urquijo (Álava, 1962) le gusten los cambios. Pero en sus ... más de 20 años de investigaciones ha sondeado esos episodios de la Prehistoria en que algo o alguien alteró el curso de las cosas. «Un ejemplo de un momento así fue la aparición del sapiens para ocupar el espacio del neandertal», explica. Ahora le toca a él vivir un tiempo de aires nuevos en el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (Iiipc). Porque es el flamante director, y porque es suya la responsabilidad de coordinar la reinvención del instituto refundado el pasado año con nuevo patronato.
-Los desafíos serán múltiples...
-El convenio se replanteó en junio de 2015 para impulsar el centro y el impacto de las investigaciones tras más de 10 años de existencia. Se ha buscado sobre todo crear un equipo más multidisciplinar y mejorar la comunicación y la divulgación para explicar a todos los públicos lo que hacemos. Fueron epígrafes que nos parecen muy razonables, y que centraban las peticiones de los miembros del patronato: Universidad de Cantabria, Gobierno regional y Banco Santander.
«No tiene sentido que exista el Iiipc y nadie nos haya tenido en cuenta para elaborarlo»
-¿Cómo resulta conjugar tantos intereses?
-En estos momentos nos está costando encontrar puntos en común a la hora de entender la arqueología y la prehistoria. Es una cuestión lógica, por otro lado.
-¿A qué se refiere?
-Creo que la política de investigación que se está haciendo desde la Consejería de Cultura es cuestionable. En esto hay varios epígrafes.
-Explíquese...
-Por ejemplo, asistimos a un razonamiento que no tiene mucho sentido. Desde la dirección general de Cultura se ha optado por no invertir más fondos en la investigación en Paleolítico Superior, porque ya hay muchos trabajos en marcha. Bueno, sí que hay muchos proyectos, pero es que es esa época la que tiene sentido abordar en Cantabria. Para centrarse en el Paleolítico inferior existen yacimientos mucho más interesantes en África, por ejemplo. Otro apartado merece la gestión de los recursos.
-¿Le parece inadecuada?
-Los mismos funcionarios de la Consejería que toman las decisiones sobre la asignación de esos recursos son los mismos que están implicados en ciertas excavaciones. Eso no es muy razonable y tampoco justo. Tampoco lo es que yo haya estado trabajando durante años en La Garma y jamás haya accedido a la zona inferior. Es una cuestión de responsabilidad. Allí abajo los materiales depositados, el patrimonio de la cueva, está en la superficie y se puede dañar con mucha facilidad.
-¿Se refiere a la visita mediática del mecenas Stuart Weitzman?
-O a esos programas de televisión que poco más han llegado a comparar esta ciencia con la astrología, el budú o la parapsicología. Creo que hay que ser más cuidadosos con la gestión del patrimonio cántabro, solo eso.
«Se han permitido accesos sin ningún interés científico que han puesto en serio peligro su patrimonio»
-Y la financiación, ¿en qué situación se encuentra?
-La Universidad sustenta el grueso del gasto, como es lógico. El Gobierno regional, aparte de sostener la Universidad, nos aporta además 30.000 euros anuales para la organización de eventos divulgativos. Luego está el Banco Santander a través de Santander Universidades, que suma otros 100.000 euros para diferentes proyectos.
-¿En un principio estaba la Fundación Botín?
-Sí, exacto, pero en estos momentos se ha caído ese apoyo. Para nosotros es un perjuicio porque con ello la financiación ha quedado en la mitad. Entendemos que el Banco Santander cada vez pone más dinero en el campus, en diferentes ámbitos, y supongo que no puede alcanzar a todas partes con la misma fuerza que lo hacía.
-¿Es el regreso al 'café para todos'?
-No lo sé. Lo que más me preocupa es que la política que se haga en torno a todo este asunto sea responsable porque hay cosas que nos cuesta entender.
-¿Por ejemplo?
-No es comprensible que para la elaboración del Plan Estratégico de Dinamización del Arte Rupestre no se haya contado para nada con el Instituto. Y eso pese a que en este centro se encuentra el que probablemente es el mayor experto a nivel mundial en el tema, César González Sainz. Una persona que por cierto es requerida en cualquier parte de España cada vez que hay un nuevo descubrimiento de este tipo.
-¿A qué se debe realmente esta falta de sintonía?
-Necesitamos más comunicación, colaboración y encontrar esos puntos en común, que seguro existirán.
-¿Cuántos fondos para investigación ha logrado el Instituto el último año en convocatorias competitivas?
-Cerca de 200.000 euros. No es mucho pero hay que tener en cuenta que nuestros trabajos no requieren las inversiones de otros ámbitos del conocimiento.
-Aún es pronto para que haga balances de la gestión, pero sí le puedo preguntar por la sensación que tiene al comenzar esta nueva etapa en la dirección.
-Esta carrera tiene tres etapas muy marcadas que te obligan a aprender por ti mismo. Primero la investigación. Cuando llega la docencia nadie te ha dado instrucciones precisas sobre cómo hacerlo. Y ahora sucede lo mismo con la gestión. Es complicado porque obliga a vivir situaciones a las que uno no está acostumbrado, en que se generan fricciones; pero alguien tiene que hacerlo.
«Después de lo visto, me cuesta confiar en que la ubicación sea definitiva»
«El Mupac siempre ha tenido problemas serios de infraestructura. Nunca tuvo una sede digna y desde el derrumbe del museo antiguo ha habido muchos planes». «Primero se planteó un gran edificio junto al parque de Las Llamas, luego el proyecto se trasladó a La Albericia. Después alguien pensó llevarlo al centro, al edificio del Banco de España y ahora parece que el lugar definitivo para acogerlo será el Palacio de Festivales». «Siempre han sido proyectos. Más o menos asentados pero proyectos. Y creo que es lógico que si se atiende un poco a lo que ha sido la trayectoria de los hechos, haya quienes sintamos ciertas dudas sobre que esto sea realmente lo definitivo».
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