Hablan los policías que evitaron el suicidio en Cabo Menor: «En momentos así uno saca fuerzas de donde parece que no las hay»
El subinspector Raúl T.S. y el policía Rubén T.G. desvelan los pormenores de un dispositivo puesto en marcha en pleno temporal para encontrar al hombre y ponerlo a salvo
El pasado Día de La Inmaculada quedará para siempre grabado en la memoria de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que evitaron el suicidio ... de un hombre que estaba a punto de tirarse por los acantilados de Cabo Menor. Era el último día de un puente desapacible, tormentoso y frío, cuando una mujer llamó al 091 pidiendo ayuda porque su pareja amenazaba con quitarse la vida. En este momento comenzó un dispositivo contra reloj para impedirlo. Y lo lograron. El subinspector Raúl T.S. y el policía Rubén T.G. han accedido a compartir su experiencia.
-¿Cómo se procede cuando alguien llama al 091 advirtiendo de un intento de suicidio?
-Desde que se recibe una llamada de estas características en nuestro Cimacc-091 se activa el protocolo de actuación, movilizando a todos los indicativos en servicio que de forma inmediata comienzan con las labores de búsqueda con las indicaciones aportadas por la persona requirente.
Es importante que el ciudadano que nos alerta aporte toda la información posible acerca de la persona en cuestión, como por ejemplo las características físicas, indumentaria, vehículos y zonas que pudiera frecuentar.
-¿Cómo ha sido el dispositivo de búsqueda una vez recibida la llamada?
-El dispositivo de búsqueda ha sido positivo, ya que se consiguió localizar a esta persona a pesar de las desfavorables condiciones climatológicas, evitando un fatal desenlace. En el mismo, participaron de forma coordinada todos los indicativos en servicio correspondientes, procediendo a dar batidas tanto en vehículos como a pie por todas aquellas zonas que son susceptibles de ser utilizadas por las personas que tienen intención de poner fin a su vida. Todos los policías en estos casos aunamos esfuerzos y sacamos lo mejor de nosotros mismos porque el tiempo corre en nuestra contra.
-Ese día hacía muy mal tiempo, describa cómo estaba la zona de Mataleñas el miércoles a esas primeras horas de la tarde. ¿Cómo condicionó la misión ese mal tiempo?
-Ese día la climatología era muy adversa, con fuertes rachas de viento y una densa cortina de lluvia que impedía una correcta visibilidad de la zona, dificultando con ello la llegada al lugar en el que se encontraba esa persona. Igualmente, al tratarse de una zona costera, las rachas de viento entorpecían las labores de rescate.
-Hora y media después de recibirse la llamada, encontraron el coche. Y vieron a un kilómetro al hombre que buscaban ¿Cómo fue ese momento? ¿Llegaron a pensar que llegaban tarde?
-En el momento en el que se divisa la presencia de una persona divagando en las proximidades del acantilado, nos acercamos al lugar a la carrera a fin de poder comprobar a la mayor brevedad que se trata de la persona objeto de la búsqueda, sabiendo que cada segundo era importante en esta maniobra de rescate, teniendo una reacción instintiva e inmediata en este servicio asistencial.
-¿Qué riesgos corrieron al aproximarse al acantilado para evitar que se tirara?
-En el momento del rescate, debido al fuerte temporal de lluvia y viento, hacían de la zona un lugar extremadamente peligroso; con suelo resbaladizo, la inercia en el salto y el peso de la persona que en ese momento se encontraba iniciando la maniobra de arrojarse por el acantilado podían haber provocado un desafortunado desenlace tanto para esta persona como para los policías actuantes, a pesar de tomar todas las medidas de precaución posibles.
-¿Cuál fue su reacción cuando les vio? ¿Cómo se actúa para que la persona no se ponga aún más nerviosa y precipite sus intenciones?
-Al aproximarnos al lugar de rescate, la cortina de agua dificultó que esta persona pudiera observarnos, y al llegar al punto concreto en el que se encontraba, tuvimos la fortuna de que al tratarse de un terreno sinuoso, y que el mismo estaba ya comenzando a tomar el impulso, no advirtiera de nuestra presencia hasta que nos encontramos junto a él.
Cuando nos encontramos en una situación así, debemos permanecer calmados para poder tomar una decisión correcta en esta situación de estrés, proporcionando espacio físico a la persona, sin acercarnos demasiado pronto o con movimientos repentinos, asegurando su integridad y la de todos los presentes.
-¿Qué se le debe decir a alguien que intenta suicidarse para que no lo haga?
-Con carácter general, al hablarle, la relación entre ambos debe ser relajada, no amenazante, empática y amistosa. Es importante transmitirle una actitud de interés y entendimiento, animándole a expresarse libremente e intentando provocarle una situación de confianza y de alivio, aportándole un punto de partida para una solución. Luego cada caso tiene sus particularidades y hay que adaptarse a cada situación en concreto.
-¿Cuánto duró ese momento crítico, desde que los policías llegaron a él hasta que se consiguió ponerlo a salvo?
-Toda la maniobra de rescate sucedió de forma rápida hasta que conseguimos ponerle en un lugar seguro tras sujetarlo de la cintura y del tren inferior. En esos momentos uno saca fuerzas de donde parece que no las hay. Una vez que conseguimos poner a la persona a salvo, y logramos calmarle, fueron sus palabras el momento más duro del rescate.
-¿Es la primera vez que participan en una intervención de este tipo o ya han tomado parte de otros rescates similares?
-Hemos participado en otras labores de rescate de tipo humanitario y asistencial, si bien no en unas condiciones tan extremas tanto por las condiciones climatológicas como por la inmediatez que requiere una intervención de estas características. Como policías, son estos servicios humanitarios los que hacen que nos esforcemos cada día más.
-¿La Policía Nacional recibe formación específica para abordar intentos de suicidio?
-Todos los agentes de Policía Nacional estamos formados para actuar ante todo tipo de situaciones, desde las más sencillas hasta las más graves donde está en peligro la vida de las personas. Manejamos técnicas de comunicación y persuasión verbal y a todo esto se le puede sumar la experiencia profesional de cada uno.
En situaciones muy complicadas o extremas, la Policía Nacional contamos con la figura del negociador policial que es un agente conocedor de las técnicas policiales de mediación, con una sólida experiencia y que posee la capacidad de resolver problemas sin recurrir al conflicto. El negociador trabaja con el resto de efectivos policiales de forma multidisciplinar.
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