«Ni iguales, ni dependientes», ni pegadas a la tele: Unate traza el perfil de las 145.400 personas mayores de Cantabria
Compilando varias estadísticas, el Grupo Social apunta a que solo el 11,3% de las personas mayores ha solicitado apoyo específico para vivir, destierra otros «mitos» sobre ingresos y estilo de vida, y pide políticas acordes a las necesidades del 24,5% de la población de la comunidad autónoma
Se trata de un «perfil incompleto», anticipan en el Grupo Social Unate (la Universidad Permanente y la Fundación Patronato Europeo de Mayores), y esta inconclusión ... se debe a que no hay información suficiente que ayude a elaborar un retrato real de las personas mayores en Cantabria. «Trabajamos a ciegas, con neblina», han lamentado Mónica Ramos y Francisco Gómez Nadal, coordinadores de un informe que han presentado esta mañana y en el que han recopilado y ordenado todas las estadísticas elaboradas por centros e institutos públicos -el CIS, el INE o el Icane- acerca de la población de 65 años en adelante que reside en la comunidad autónoma; datos, han asegurado, que ya rompen con algunos estereotipos y sesgos con los que se interpreta la vejez. Las personas mayores no son «ni iguales ni dependientes», ni tan rurales como se piensa, ni son un colectivo, no tampoco están tan pegadas a la televisión, advierten los responsables del estudio.
Además de presentarlo, Ramos y Gómez Nadal han reclamado a las Administraciones una investigación «completa» de este grupo de población, que atienda y cruce variables básicas (tramos de edad, ingresos, género, estudios, estado civil...); que analice el impacto del edadismo -es decir, la discriminación-, y que no pierda de vista «los usos del tiempo» de estos ciudadanos. Lo contrario, la «falta de información», redunda en políticas públicas que «no responderán a sus necesidades y deseos reales». «Es una obligación conocer la realidad«, han recalcado Ramos y Gómez Nadal.
En su informe, Unate recuerda que, en Cantabria y según el Instituto Nacional de Estadística (INE), viven 145.442 personas que tienen 65 o más años, un 24,51% de la población, pero que, según datos del Instituto Cántabro de Servicios Sociales, solo el 11,37% está en situación de dependencia y ha solicitado «apoyos específicos» para vivir. Esto también viene a decir que más del 88% de las personas que componen ese grupo de edad tienen «autonomía» para manejar su vida.
El hecho de que la vejez se aborde desde la «obsesión por la salud», la dependencia o la soledad no deseada hace que «veamos e a las personas mayores como una carga», pero los responsables del Grupo Social han contrapuesto aquí el hecho de que, en la comunidad autónoma y según el Icane, «en el 33% de los hogares el ingreso principal proviene de una pensión de jubilación».
Por otro lado, y a diferencia del cliché, solo 13.000 personas mayores de la región (el 9,2%) residen en uno de los 54 municipios cántabros con menos de 2.000 habitantes. Y otra idea estereotípica que se desmorona, advierte Unate, tiene que ver con el uso de las tecnologías: el 96,6% de las personas mayores utilizan teléfono inteligente de forma cotidiana, un porcentaje que sube hasta el 97,9% en municipios rurales, según dictan los estudios de Instituto Cántabro de Estadística (Icane), que también recoge que el 76,6% había utilizado internet en el último trimestre.
Con todo, las personas mayores también acusan la pobreza, la «precariedad económica», las estrecheces, advierte el Grupo Social Unate. Según las cifras más recientes del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, de agosto de este año, en Cantabria hay 93.800 personas que perciben una pensión de jubilación -con un ingreso medio de 1.595 euros- y otras 34.853, que reciben una pensión de viudedad, cuya cantidad mensual media es de 987 euros. Además, atendiendo a la tasa Arope del INE, que mide el riesgo de exclusión social en la población, en 2024 este indicador afectaba al 21,7% de la población de 65 o más años en Cantabria, por encima de una media nacional del 19,4%. Si nos vamos al indicar de pobreza, este afecta a 19.193 personas mayores en la comunidad autónoma. Estos datos deslucen el «mito» de la «abundancia», recalca el Grupo Social Unate.
«El hecho de que el 24,5% de los cántabros sean mayores no es un problema, sino una realidad» y «tenemos que adaptarnos al cambio demográfico», ha apuntado Gómez Nadal, que ha reclamado «estudios» sobre las personas de más edad. «Hay poca información sobre personas mayores y urbanismo, movilidad y transporte, acceso a la cultura, asociacionismo, educación...», ha lamentado. Tampoco en relación a ocio, y citando la ESC de 2024, recuerda que las personas mayores, además de ver la televisión, también pasean, leen literatura o prensa y hacen deporte. «Se difunden muchas acciones contra la soledad, pero hay pocos estudios al respecto, se habla poco sobre sus causas». Ante esta tesitura, los responsables confían en que el Plan Estratégico de las Personas Mayores que el Gobierno de Cantabria tiene previsto para enero de 2026 no sea un plan del «pasado» sino «del futuro», que cuente «con la voz de las personas mayores» y que, en definitiva, no sea un «brindis al sol».
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