«Es una imprudencia no vacunarse, aquí todos somos muy mayores»
Comienza la vacunación en residencias con las dosis frente a la gripe y al VRS, mientras que la inyección del covid se administrará en diez días
Con la calma habitual de otros años, pero en un escenario distinto al que están acostumbrados, esperaban hoy su turno para vacunarse frente a la ... gripe el matrimonio conformado por Ricardo Automuro y María Teresa Amieva, entre los primeros mayores en estrenar la campaña preventiva de la temporada. En esta ocasión, no tuvieron que acudir a su consultorio de referencia, sino que la cita para recibir el pinchazo antigripal fue en la residencia de La Pereda, donde ambos son usuarios del centro de día. Arranca así el despliegue vacunal en los centros de atención a la dependencia de Cantabria (también de covid, aunque no será de forma simultánea), que este año como novedad incluirá también la posibilidad de blindarse frente al Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
«Yo pienso que prevenir es mejor que curar», afirma Ricardo. Su mujer, María Teresa, añade que «nunca suelen tener ningún tipo de reacción». «Es más el momento del pinchazo y como mucho unas pequeñas molestias en el brazo», puntualiza. Ante la incorporación de la inyección contra el VRS, mostraron su «satisfacción» por afrontar el invierno con «más garantías».
En el caso de la residencia de La Pereda, son 150 usuarios –de 180– los que van a recibir primeramente la inoculación contra la gripe y el VRS. No serán hasta pasados diez días que les toque la dosis establecida para el covid. «A partir de hoy comienza un trabajo muy escrupuloso porque tenemos que estar pendiente de cierta sintomatología y son muchos los residentes», explica Inés Higuera, enfermera en el geriátrico. «A primera hora revisamos para que nuestros mayores no tengan fiebre y, así, proceder a su vacunación. El miércoles que viene será el turno para la vacuna del covid».
La vacunación frente al VRS en residencias permite afrontar uno de los gérmenes que más hospitalizaciones genera
La principal diferencia con respecto a otros años llega de la mano de la inclusión de la dosis frente al VRS en las residencias, ya que es uno de los gérmenes que más hospitalizaciones genera de población envejecida. De hecho, la temporada de invierno pasada alcanzó un gran protagonismo muy superior, si se compara al que se esperaba con la oleada de gripe o el covid.
Hasta dicho lugar se desplazaron profesionales del Servicio Cántabro de Salud (SCS), que también valoraron la incorporación de la vacuna frente al VRS. «Lo bueno es que este año se ha incluido en las residencias y ayuda a proteger durante tres años de los virus respiratorios», subrayó Marina Río, enfermera del SCS. «No hace falta ninguna dosis de recuerdo en ese tiempo, así que es mucho mejor para nosotros y también para ellos, para no tener que marearlos».
Una cita imprescindible
Cuidar y cuidarse. Es uno de los conceptos que María Ríos, otra usuaria del centro de día, tiene muy claro a la hora de acudir a su cita anual para vacunarse. «Siempre he comprendido la importancia de recibir las vacunas, cuando era profesora, siempre estábamos pendiente de ello», rememoró. «Cuando llegó la pandemia asaltaron muchas dudas sobre todo, pero lo que está claro es el valor imprescindible de las vacunas».
Después de salir de la sala de enfermería con las dosis administradas de gripe y VRS, Evelio Ramos, residente en La Pereda, contó con satisfacción sus sensaciones tras vacunarse: «Nada, nada, un pinchacito y nada». El residente puntualizó la importancia de este gesto. «Creo que es una imprudencia no vacunarse, aquí todos somos muy mayores», confesó. «Sé que hay mucha gente que tuvo algunas experiencias terribles durante la pandemia y creo que un pinchazo y, quizá, unas molestias en el brazo no es nada comparado con coger el covid».
A partir del próximo lunes, 6 de octubre, se abrirá la campaña de vacunación para la gripe y el covid para población general en los centros de salud, donde están llamados a protegerse los mayores de 60 años y las personas consideradas de riesgo. Al margen de las edades, ambas campañas se enfocan en los grupos susceptibles de sufrir complicaciones en caso de contagio. Entre los que se incluyen pacientes con diabetes, obesidad mórbida, enfermedades crónicas, cáncer, patologías inflamatorias o neuromusculares graves, así como embarazadas.
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