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La ola de calor deja 30 grados en Santander y abrasa el sur de Cantabria
El fuerte bochorno, impulsado por la ausencia de viento del nordeste, eleva las temperaturas en la capital y roza los 40º en Valderredible
No había otra conversación este lunes en la calle. «Qué bochorno», «esto es un horno», «nos achicharramos»..., bramaban los cántabros, que no están acostumbrados a ... temperaturas tan altas. La ola de calor, que lleva nueve días campeando a lo grande por gran parte de la geografía nacional, también visitó el norte. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lo había advertido: los termómetros rozarían los 40º por segunda jornada consecutiva en la Cantabria del Ebro –principalmente, Valderredible y Campoo– y se situarían en el entorno de los 30º en la costa. No se equivocó. La región sudó la gota gorda.
La sensación de calor fue aún superior a la del domingo puesto que la noche ya había sido de por sí tórrida. Los expertos las llaman 'noches tropicales'. Son aquellas en la que los termómetros no bajan de los 20º. Es lo que sucedió en muchos puntos del territorio, Santander incluida al marcar un espectacular registro de 20,6º de mínima. En San Roque de Riomiera, a las doce y media de la madrugada, el mercurio subió a 30,8º.
Si la noche del domingo fue calurosa, el día no se quedó atrás. Lo que no se esperaba era que en la costa también hiciese tanto calor. En parte, se debió a la ausencia de viento del nordeste, que ha sido el predominante durante las últimas jornadas en el litoral y también el responsable de rebajar el calor. Hoy no sopló ni una gota y el resultado fue el de abanicos y ventiladores a pleno rendimiento y una sensación de sofoco con la que los habitantes y visitantes de la región no están familiarizados.
En Santander se llegó a los 30.8º de máxima, lo que dejó las playas completamente llenas de bañistas ansiando que el Cantábrico refrescase. Tampoco el interior se libró. Torrelavega también superó los 30º (30,3º), al igual que Villacarriedo (32,5º) o el valle de Buelna (32,8º en San Felices). Para hacerse una idea del calor reinante basta el dato registrado por la estación que la Aemet tiene en el refugio de Cabaña Verónica, en pleno Parque Nacional de Picos de Europa: 24,8º de máxima a 2.325 metros de altura.
Lo peor, en Valderredible
Lo peor de este lunes se lo llevó la Cantabria del Ebro. En Valderredible la sensación de calor fue asfixiante. Los 38,8º de Cubillo del Ebro y los 38,6º en Polientes fueron las máximas de la comunidad. No se quedó atrás la comarca de Liébana. En Tama (Cillorigo de Liébana), el mercurio subió hasta los 36,6º. Reinosa marcó 36,1º y Fuente Dé 35,6º.
En otros puntos de la región, también apretó el calor. Ramales de la Victoria llegó a los 36º, en Bárcena Mayor a los 33,3º y en San Roque de Riomiera a los 32,5º.
La jornada fue tan abrasadora que el 112 envió varias recomendaciones a través de las redes sociales. De manera resumida, el servicio de emergencias de Cantabria invitaba a «evitar esfuerzos innecesarios», «protegerse del sol», «hidratarse frecuentemente» y «prestar especial atención a niños, ancianos y personas con patologías».
Las previsiones de la Aemet auguran para este martes una nueva jornada de calor abrasador. De hecho, repite los avisos naranjas y amarillos por altas temperaturas en el sur de la región y en Liébana. Eso sí, se esperan por la tarde chubascos en forma de tormenta.
No será hasta mañana cuando los termómetros den un respiro. Aun así, seguirá haciendo calor en la región a lo largo de la semana, pero algo menos que el de estos últimos días.
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