«El Magreb y el Sahel forman la vecindad sur de España y de la UE»
El profesor y analista Carlos Echeverría advierte de una «preocupante inestabilidad» que requiere tanta atención como las amenazas de Rusia o China
El Ateneo de Santander acogió ayer la ponencia «El Magreb y el Sahel: dos subregiones convulsas, frontera sur de España y la UE', impartida por ... Carlos Echeverría, profesor de la UNED y Director del Observatorio de Ceuta y Melilla dentro del instituto de Seguridad y Cultura. En su intervención, subrayó la importancia de considerar al Magreb y al Sahel como un todo que conforma la vecindad sur inmediata de España y de la Unión Europea, recordando que «cuando cruzamos el Estrecho de Gibraltar encontramos también territorio nacional».
El analista evocó la presencia española en el norte de África -Ceuta, Melilla, los Peñones, las Chafarinas y la isla de Perejil- para subrayar que España mantiene una frontera terrestre directa con Marruecos y, por tanto, la UE también lo hace. Desde esa perspectiva geográfica, Echeverría abordó los principales focos de tensión en la región, comenzando por la rivalidad entre Argelia y Marruecos, un «dilema de seguridad» comparable, según señaló, al que se da entre otros Estados como India y Pakistán, y que genera «tensión y carrera de armamentos».
El profesor se refirió también al Sáhara Occidental, cuyo estatuto sigue «aún por definir» como territorio no autónomo, y a la persistente inestabilidad en Libia, que continúa siendo un motivo de preocupación en el Magreb.
Más al sur, centró su análisis en el Sahel, donde destacó «la inestabilidad actual extremadamente preocupante», originada en Malí y extendida después a Burkina Faso y Níger. Echeverría mencionó el «gran activismo de terroristas», la «penetración de potencias como Rusia», los sucesivos golpes de Estado y la retirada de fuerzas europeas y de Naciones Unidas como factores que agravan la crisis. Durante su exposición, insistió en que ambas subregiones -Magreb y Sahel- atraviesan momentos de «aguda crisis» y que los desafíos y amenazas que de ellas proceden deben recibir «la misma importancia que desde Occidente se concede a las procedentes de Rusia o de China».
El analista aludió además a las movilizaciones recientes en Marruecos, que evidencian «malestar y situaciones injustas» en un país que, pese a proyectar una imagen de desarrollo, mantiene tensiones internas y reivindicaciones territoriales hacia España.
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