Mario Vara, un torrelaveguense en la plaza de San Pedro: «La gente ha empezado a gritar 'e bianca' y a emocionarse»
El cántabro ha acudido desde Sevilla, donde reside, para vivir en primera persona la elección del nuevo Papa
Con la emoción de presenciar un momento histórico, Mario Vara, natural de Torrelavega, se ha desplazado hasta Italia y estaba en la plaza de San ... Pedro cuando a las 18.08 horas salía de la chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina la fumata blanca. Con esta señal quedaba claro que los 133 cardenales encerrados en su interior habían escogido a la persona que encabezará la Iglesia católica. El estadounidense Francis Prevost será el nuevo Papa con el nombre de León XIV.
«Ha sido una experiencia maravillosa, estaba mirando a la chimenea cuando ha empezado a salir humo y a los dos segundos se ha visto que era blanco y se ha desatado la emoción entre la gente que se ha puesto a llorar y gritar 'è bianca', sin duda es algo inolvidable», ha explicado conmovido desde la ciudad vaticana.
Una relación con la fe que inició en el centro Nuestra Señora de la Paz de la Congregación de los Sagrados Corazones, en Torrelavega: «Mi interés por la religión comenzó en el colegio, ya que fue donde me enseñaron y me educaron en ese aspecto, junto a mis padres, lógicamente». Con la mayoría de edad, Vara abandonó Cantabria para emprender sus estudios de Periodismo y con 25 años se instaló en Sevilla, donde reside actualmente. Además, pertenece a la Hermandad de la Macarena de Sevilla, en la que mantiene una gran amistad con José Antonio Fernández Cabrero, Hermano Mayor de la institución, también cántabro y pregonero este mismo año de la Semana Santa en Santander.
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Con la promesa desde hace unos años de acudir al próximo cónclave, Vara ha conseguido adelantar la hora del viaje que tenía previsto y llegar a tiempo para la proclamación de León XIV. «Poder estar aquí es algo único que voy a guardar siempre en mi mente como católico. Es algo maravilloso», ha relatado visiblemente emocionado. También ha destacado la amistad que le une al cardenal Carlos Osoro, cuya primera parroquia estaba en Torrelavega, donde conoció a sus abuelos Elisa y Ramón: «Es un hombre tremendamente cercano, sencillo y con el que hablo siempre que puedo».
Una de las curiosidades que el cántabro ha experimentado mientras leían el nombre del próximo Papa, ha sido la cierta frialdad que se ha vivido durante esos segundos en la plaza: «O bien la gente no conocía mucho al cardenal, aunque sí es cierto que estaba en una segunda línea en las quinielas, o esperaban a un Papa italiano. Al final, la gran mayoría que se encuentran aquí son italianos». Vara ha destacado que León XIV se ha acordado del Papa Francisco y de su diócesis en Perú.
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