Fin del curso político con Cristóbal Palacio
«La presión fiscal en Cantabria es mayor que hace una década. Presumen de recaudar más y es un demérito»
Casi un año después de su salida de Vox por los enfrentamientos con la dirección de su grupo, Cristóbal Palacio hace un repaso a la ... gestión del Gobierno de Buruaga en el ecuador de la legislatura.
–Ya que como diputado no adscrito no tuvo turno en el debate sobre el estado de la región, ¿qué le hubiera gustado responder al discurso de la presidenta?
–Buruaga, formalmente, estuvo bien. Hay anuncios y promesas que son muy interesantes y muy buenos para Cantabria, sobre todo en obra pública, pero, por otro lado, faltan realidades. Estamos a mitad de legislatura y todo el programa del PP ya está planteado. Ahora hay que ver si es capaz de materializarlo. La teoría va bien y la práctica no va mal, pero las realidades son escasas.
–Buruaga presumió de datos económicos, ¿cree que son méritos de su gestión, de la inercia, de la dinámica nacional…?
–¿De cuánto dinero dispone el Gobierno? De mucho, porque la presión impositiva sobre los cántabros es mayor que hace 10 años. Al no deflactar las tablas del IRPF, aunque bajemos mínimamente los tipos, seguimos recaudando más. Presumir de que se recauda más aunque se bajen los impuestos, en el fondo, es un demérito. Quitamos más dinero a los cántabros de su bolsillo, con lo cual cada vez les damos menos dinero para consumir, menos dinero para invertir... Respecto a los datos económicos de la región hay buenas perspectivas, pero las realidades todavía son escasas. Por ejemplo, ocurre con la Ley de Simplificación, que tiene unos principios muy buenos y muchísimas excepciones que impiden en la práctica llevarla a cabo.
–¿Se sintió mínimamente representado por algo de lo que dijeron los portavoces de la oposición en sus críticas?
–Desde el escaño tienes la sensación de que ninguno te representa y de que ninguno representa a la ciudadanía. Se centran demasiado en la crítica hacia el adversario y poco en las necesidades de la ciudadanía.
–¿Tampoco con las palabras de la portavoz de Vox?
–El Vox actual me representa muy escasamente.
–¿Cómo ve a su expartido? ¿Se han corregido algunas de las cosas por las que salió del Grupo?
–Yo disfruté muchísimo la representación que hice de Vox en la anterior legislatura. Y para mí va a ser siempre una referencia inevitable e importante porque me dio la oportunidad de entrar en política y de defender ideas que yo considero que son de absoluto sentido común. Probablemente yo hubiera seguido en Vox si no se hubieran dado las circunstancias que se dieron porque Vox a mí me dio muchísimo margen para poder defender en el Parlamento aquellas con las que yo me identificaba. La prueba es que no he borrado de mis redes sociales ni uno de los mensajes de aquella legislatura. Cuando yo me voy de Vox, ya se había transformado. El partido liberal que yo veía, cada vez está más tapado en beneficio de otros postulados más radicales. Se está acercando a una política 'trumpista' que no comparto.
«El Vox actual me representa escasamente. La parte liberal cada vez está más tapada y se ha acercado al trumpismo»
–¿Cantabria está mejor que hace dos años?
–Estamos mejor porque hace dos años no teníamos ni realidades, ni perspectivas, ni compromisos. Y ahora tenemos esos compromisos y las realidades se están iniciando. Estamos mejor que hace dos años, sin ninguna duda. Creo que la sociedad percibe que estamos mejor. Es cierto que hay muchos compromisos no formales del Gobierno, pero que sí que fueron exigencias del PP de la anterior legislatura, que ni siquiera se han puesto en marcha. Lo que pedía cuando era oposición, ahora le cuesta aplicarlo. Yo quiero el PP reivindicativo de la anterior legislatura, no el PP realista y moderado de esta en la que procuran no levantar alfombras.
–Uno de los asuntos que más le ha preocupado es la situación del medio rural. ¿Qué le parece la labor de la nueva consejera?
–Yo profesionalmente me dedico a la empresa, al mundo de los derechos de los ciudadanos, a la teoría jurídica... El campo ha sido mi gran descubrimiento y he adquirido una gran empatía. El cambio ha sido a muchísimo mejor. El primer consejero fue un desastre y la nueva consejera llega con una mentalidad radicalmente distinta de trabajo, de humildad y de servicio. Ha alcanzado acuerdos. Al final es un sector muy fácil porque los ganaderos solo quieren que la Administración les deje trabajar y que les dé el apoyo que tiene la obligación de darles. Una vez estabilizada la situación, tiene que conseguir preparar al mundo rural para los cambios que está experimentando nuestra sociedad y hacer que un modo de vida que ahora parece en extinción se convierta en un modo de vida vibrante que ilusione a la nueva generación.
–Más allá de las políticas, ¿nota una forma distinta de hacer las cosas en cuanto a transparencia, regeneración, eficiencia…?
–Objetivamente, tengo mucha más simpatía por este Gobierno que por el anterior. El anterior Gobierno era un problema para el desarrollo de Cantabria y el PP puede ser la piedra sobre la que se construya la nueva Cantabria. Tiene capacidad para gobernar y para hacer cambios, pero por ahora no ha hecho todo lo que se esperaba de él. Hace falta muchísima más transparencia, en el sector público no ha tocado nada… Si somos conscientes de que en Cantur hay tres veces más empleados de los que hacía falta y que fueron colocados mediante chanchullos, ¿cómo es posible no hacer nada? El PP tiene miedo a pisar el fango y a quedarse enganchado y está pasando por encima de muchos problemas. Se vendió un cambio que no se está produciendo. Hay cambios tímidos en la gestión, pero todavía no en las políticas.
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