Mujer y Talento estrena ciclo de la mano de Carmen Sarabia
La inauguración de la IX edición del programa STEAM Reunió a 500 alumnos de nueve centros educativos en el Palacio de Festivales
«Aprendí a amar la enfermería cuando la conocí». Así abrió ayer Carmen Sarabia la primera clase magistral de la IX edición de STEAM Cantabria, ... convirtiendo el arranque del programa en un viaje íntimo por una trayectoria construida desde la educación pública, la perseverancia y una curiosidad sin fronteras.
Decana de la Facultad de Enfermería de la UC y primera catedrática de esta disciplina en la región, Sarabia cautivó a los más de 500 estudiantes que llenaron el Palacio de Festivales con un relato que mezcló ciencia, humanidad y vida. «Soy fruto de la educación pública, vengo de una familia nada acomodada y he podido llegar hasta aquí gracias a ella». Así recordó sus inicios y cómo, paso a paso, la enfermería, la psicología, la antropología y la investigación fueron encajando en un camino profesional marcado por la «búsqueda constante de conocimiento».
Veterana ya del programa STEAM -participa por tercera vez-, Sarabia volvió a convertirse en un espejo posible para cientos de adolescentes de institutos como el IES Leonardo Torres Quevedo, el IES Montesclaros o Los Ángeles Custodios. Habló de sus más de dos décadas formando a docentes en España y Latinoamérica, de congresos y conferencias internacionales sobre salud cerebral, y de la importancia -casi urgencia- de apostar por una formación que no termine nunca.
El acto contó con la presencia del consejero de Educación, Sergio Silva; la consejera de Inclusión Social, Begoña Gómez del Río; y la concejala santanderina Isabel Gómez-Barreda, que subrayaron el valor de un programa concebido para «derribar estereotipos y abrir horizontes profesionales a la juventud». Pero fue el testimonio final de Carmen de la Iglesia -antigua alumna de STEAM Cantabria y hoy estudiante de Medicina- el que cerró la jornada: «Hace años estuve ahí donde estáis vosotros ahora, y escuché a Carmen Sarabia. Ahí empecé a soñar».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión