Obras Públicas creará una carretera para unir La Pasiega con la S-30 en Villaescusa

Para el titular de Industria, Javier López Marcano, se trata de un proyecto «trascendental» desde el punto de vista industrial y para el desarrollo futuro de la región. Abarcará una superficie de 2 millones de metros cuadrados de los que casi la mitad, 882.000, serán espacio productivo. Con una inversión de 108 millones de euros que el Gobierno cántabro pretende captar de los fondos europeos, servirá de «revulsivo para relanzar el sector industrial de la región», especialmente en la zona del Besaya, y la actividad del Puerto de Santander.

Mientras avanza la tramitación del PSIR -el PP teme que el bipartito haya tardado tanto en dar los primeros pasos que no llegue a tiempo de conseguir la financiación de Bruselas-, la Consejería de Obras Públicas que dirige José Luis Gochicoa está trabajando de forma paralela en las infraestructuras necesarias para que este gran polígono tenga las conexiones que requiere. De esta forma, el departamento quiere construir una nueva carretera autonómica que conectará La Pasiega con la autovía S-30 a través del actual enlace de Villaescusa. Esta vía transcurriría por el límite sur del centro logístico y alcanzaría los siete kilómetros de longitud.

En realidad la actuación consistiría en la construcción de únicamente seis kilómetros, porque el restante ya está operativo como parte de la carretera que da servicio al vertedero de materias inertes de Carceña. En total, la inversión rondaría los 18 millones de euros y ya está en fase de redacción el estudio de impacto ambiental. A la vez, se está redactando el proyecto de obra. La idea es acelerar el proceso lo máximo posible para que entre en funcionamiento al mismo tiempo que La Pasiega.

Ya posteriormente se podría prolongar -así se recogía en el proyecto que salió a la luz en 2009- más allá del centro logístico, hasta la localidad de Carandía. De esta forma, se crearía un baipás entre las dos autovías que rodean al complejo industrial: la S-30 por el norte y la A-8 (Solares-Torrelavega) por el sur. «Es difícil encontrar en España un lugar mejor ubicado a 9 kilómetros de un aeropuerto, a 8 kilómetros del puerto, con conexiones a la autovía y una intermodal ferroviaria», defiende Marcano sobre su emplazamiento.

Más sencillo será el otro acceso por carretera a través de la N-623 (la carretera que va al puerto del Escudo). Este enlace modificará el trazado y rasante de la N-623, mediante un paso superior bajo el cual se dispondrá una glorieta de distribución que permitirá los movimientos de entrada y salida del polígono.

Una parte el polígono tendrá un carácter público, la que ocuparán la estación intermodal y la Ciudad del Transporte, que se trasladará desde Santander. De los casi dos millones de metros cuadrados de La Pasiega, casi la mitad irán destinados a parcelas productivas, que se irán desarrollando a medida que las empresas demanden espacio. Así, están planificadas dos áreas de crecimiento: la primera en la zona este, al sur de la línea de ferrocarril, y la segunda en la zona oeste.

En el interior de La Pasiega, además de las zonas productivas, hay planificados seis aparcamientos previstos en parcela exclusiva para este uso con una superficie de 83.525 metros cuadrados y capacidad para 3.348 vehículos. En los viales del PSIR se dispondrá de 2.962 más. Además, habrá otros tantos en el interior de las parcelas privadas.