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La falta de médicos de familia ha llegado a tal punto que las comunidades echan el resto para captar a los residentes que terminarán en ... julio, no solo dirigiéndose a los MIR formados en sus propios hospitales y centros de salud sino también a los de las regiones vecinas. El mercado está cada vez más reñido. Y la oferta de Cantabria, que asciende a 61.000 euros brutos al año más extras para las plazas de médico sin cupo asignado de pacientes -la medida estrella de Sanidad, que ya lanzó el año pasado sin que se las quitaran de las manos (de las 37 creadas quedaron 14 vacantes)-, ha elevado aún más la pugna entre los responsables del área de salud.
Por sorpresa le debió de coger al consejero vasco de Sanidad, Alberto Martínez, el contrato que propone el Servicio Cántabro de Salud (SCS) a los jóvenes médicos dispuestos a trabajar en Atención Primaria, porque no dudó en calificarla de «opa hostil», afeando que lo que hace Cantabria es ponerles «más dinero encima de la mesa». Y eso que justo unos días antes él mismo había sacado pecho al anunciar las medidas de Osakidetza dirigidas a los MIR que se están formando en Euskadi, pero también «a los que lo están haciendo en otras comunidades». Un aviso a navegantes que acompañó de un sueldo base de 56.629 euros al año, más lo que les corresponda por antigüedad, las horas extra y otros complementos. La oferta vasca, que quedó eclipsada por la de Cantabria, es similar a la que plantea Madrid por trabajar en su red de Atención Primaria (56.600 euros), algo superior a lo que ganará un médico de familia en Galicia (55.000) y 10.000 euros menos de lo que cobrará si se decide por La Rioja.
Aunque la gerente de Atención Primaria riojana, Begoña Ganuza, también ha asegurado que «no nos vamos a quedar atrás. Estudiaremos las propuestas vecinas y si hay que mejorar lo haremos». Pero, según sus cálculos, un médico de equipo recién terminado el MIR, con un cupo de 1.500 cartillas, puede ganar 61.028 euros, más guardias, acumulaciones, etc. A la par de lo que plantea Cantabria sin tener consulta propia.
En medio de esta guerra de cifras, de incentivos y de intentos por fichar nuevos facultativos, el consejero de Salud, César Pascual, no cree que «nos encontremos en una batalla, me gustaría huir del lenguaje bélico, pero realmente las comunidades autónomas estamos haciendo esfuerzos importantes para la captación y retención de profesionales sanitarios, especialmente médicos, aunque también con otras profesiones empezamos a ver importantes déficits». En declaraciones a este periódico, defiende que «estamos haciendo estos esfuerzos ante la pasividad del Ministerio, que no acaba de poner soluciones eficaces encima de la mesa, huyendo de sus responsabilidades». Pascual quita hierro a las declaraciones de su homólogo vasco: «Sinceramente, no creo que las comunidades vecinas tengan una reacción negativa ante las condiciones que nosotros ofrecemos, que son prácticamente las mismas que el año pasado, sino una forma de poner en valor que su oferta también es muy atractiva para atraer profesionales». De hecho, reconoce que las plazas de médico de familia sin cupo asignado, que es la fórmula que se eligió el año pasado para disponer de sustitutos fijos en los centros de salud y SUAP a los que están asignados, «no se completaron a pesar de las favorables condiciones laborales y económicas que ofrecíamos».
«Creemos que la oferta que estamos haciendo en el ámbito de la Atención Primaria con estas plazas es de las mejores que se ofrecen en nuestro país, lo mismo que con las plazas de difícil cobertura del Hospital de Laredo, pero evidentemente tendremos que replantear algunas consideraciones añadidas para lograr que nuestra oferta convenza a los profesionales de que Cantabria es, sin lugar a dudas, uno de los mejores sitios para ejercer la medicina», destaca Pascual. No obstante, desde la Gerencia del SCS también han aclarado que antes de acceder a ese tipo de contrato hay que superar los aprietos del verano, en el que ya se sabe que habrá menos sustitutos que el pasado (léase, más probabilidades de que los imprevistos compliquen el día a día de los centros y, sobre todo, de los SUAP).
. El Servicio Cántabro de Salud (SCS) ultima su nuevo Plan de Ordenación de los Recursos Humanos, que presentará «antes de que acabe este semestre», según anunció ayer la presidenta del Gobierno, María José Sáenz de Buruaga, en la mesa de seguimiento del pacto con los médicos, reunida casi un año después de la firma. Un encuentro en el que se han fijado un calendario con las medidas pendientes, como convocar una reunión monográfica sobre la gestión de las denuncias por agresión de los firmantes del pacto y de la Comisión de Violencia en el Trabajo Sanitario de la Consejería de Salud. Según informa el Gobierno de Cantabria en un comunicado, al encuentro asistieron el consejero de Salud, César Pascual, y el gerente del SCS, Luis Carretero, junto a los representantes del Colegio de Médicos, Raúl Sota, y del Sindicato Médico, Óscar Pascual, Santiago Raba, Óscar Ortiz y Cristina Naranjo. Buruaga explicó que el nuevo Plan de Ordenación recogerá todos los cambios normativos estatales que en materia de vacaciones y permisos se han aprobado recientemente. Con ello, se pretende adaptar al actual acuerdo sobre vacaciones y permisos aprobado por el Consejo de Gobierno del pasado 24 de junio a las necesidades actuales de los profesionales, teniendo en cuenta la adecuación de la conciliación de la vida personal, familiar y laboral y el adecuado funcionamiento de la asistencia sanitaria. La presidenta añadió que este documento se negociará con las organizaciones sindicales y se aprobará en el marco de la Mesa Sectorial.
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