La costa cántabra, el refugio de una España que se achicharra

Pero solo en la costa, porque en el sur de la región el calor también castigó con dureza (la Agencia Estatal de Meteorología había decretado alerta amarilla por altas temperaturas), hasta dejar una máxima de 35 grados en Polientes, a las tres de la tarde, 34 en Potes y 32 en Reinosa, Camaleño y Los Tojos (Cabuérniga). En otras localidades del interior, como Torrelavega o Cabezón de la Sal, las temperaturas no superaron los 27 en ningún momento del día.

El calor en España (debido a la entrada de una masa de aire cálido y seco desde el continente africano) seguirá por lo menos hasta el próximo domingo, con más de 40 grados y noches tórridas en amplias zonas de la mitad sur de la vertiente atlántica, así como en puntos de la meseta Norte, del Miño y de las depresiones del nordeste. En Cantabria, por contra, «se espera un descenso generalizado que dejará temperaturas agradables en toda la Comunidad», según Aemet. A lo largo de la jornada no está previsto que se superen los 30º en ningún punto de la región. Las zonas costeras, dejarán unas máximas de apenas 24º en Santander y Castro Urdiales, y 26 en San Vicente de la Barquera. Apenas 27 en Potes, Camaleño, Polientes y Ramales; 23 en Reinosa; y 26 en Torrelavega y Los Tojos.

Tras el descenso de hoy, está previsto que a partir de mañana las temperaturas vuelvan a subir, con máximas en el interior que se mantendrán el jueves para comenzar a estabilizarse durante el fin de semana.

A consecuencia de esta ola de calor, un hombre de 85 años de la localidad pacense de Torremayor falleció en el Hospital Perpetuo Socorro de Badajoz por las altas temperaturas. Este es el segundo caso que se registra en la región extremeña relacionado con ello, ya que el primero fue un hombre de 67 años, perteneciente al Área de Salud de Plasencia, cuyo fallecimiento fue notificado el pasado mes de julio, según ha informado la Junta de Extremadura en una nota de prensa.