Operado en Valdecilla un niño de 4 años tras ser mordido en el cuello por un perro en Ramales
El menor iba acompañado por su madre cuando se cruzó con el animal, que le atacó por la espalda | Los padres han denunciado los hechos ante la Guardia Civil
El pequeño Einar, de cuatro años, salió a la calle el pasado miércoles, 1 de octubre, para recibir con los brazos abiertos a su padre, ... que llegaba a casa tras un día de trabajo. Eran las ocho y media de la noche en Ramales de la Victoria, en la calle Teatro, ubicada detrás del Ayuntamiento. Él y su madre, Erika Maza, caminaban por la acera en dirección al encuentro con su padre cuando se cruzaron con unos vecinos y su perro, un pastor belga malinois. El animal iba atado, con una correa larga, y el menor no interaccionó con él, simplemente compartieron espacio en la misma acera. «Einar iba haciendo mañas, lloriqueando, y cuando dejamos atrás al perro, el animal se dio la vuelta y atacó directamente al cuello a mi hijo», explica Maza. En ese momento, la madre se tiró al suelo para auxiliar al niño. «Metí las manos en la mandíbula, pero no había manera, le tenía muy enganchado. No podía quitarle al perro de encima. Entonces llegó el padre y conseguimos que abriera la boca, pero se enganchó a la sudadera. Mi hijo sangraba por todos los lados, por la oreja, la boca, el cuello...». Fueron unos minutos angustiosos hasta que por fin consiguieron que el perro soltara la ropa de Einar.
Inmediatamente después, los padres llevaron al pequeño hasta el Hospital de Laredo, donde valoraron la herida del cuello, la limpiaron y decidieron su traslado a Valdecilla. Una vez en Santander, Einar fue intervenido de urgencia durante dos horas por la mordedura del cuello. «Tenía una herida de ocho centímetros de largo y dos de profundidad», explica a este periódico su madre.
Por estos hechos, los padres de Einar interpusieron ayer una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Laredo, que ya ha abierto diligencias e investiga los hechos.
Raza no peligrosa
El pastor belga malinois, a pesar de ser una de las razas con las que trabaja la Policía Nacional por su inteligencia, fuerza y agresividad, no está catalogado como raza peligrosa, por lo que el uso del bozal no es obligatorio. Algo absurdo para los veterinarios, que ven como un disparate catalogarlos por razas, «porque para que el animal sea agresivo hay otros factores». «Cuando tratamos al belga malinois lo hacemos con cuidado, porque conocemos su fuerza y agresividad. Sin embargo, el boxer, que es un cacho de pan con los niños, tiene la consideración de peligroso. No tiene sentido», explica Javier Gómez del Álamo, veterinario recién jubilado. A lo largo de sus 35 años de carrera profesional se ha encontrado muchas veces con incidentes como el ocurrido en Ramales de la Victoria, de ahí que tenga una visión clara de los hechos y de lo que podría volver a pasar. «La experiencia me dice que un perro que rompe la barrera de atacar a un niño no tiene cabida en la sociedad. He visto cómo a algunos han intentado reeducarlos, y pueden conseguirlo una temporada, pero vuelven a atacar y a causar problemas. No existe posibilidad de que se corrija. Es su instinto. Ese perro no puede convivir con personas», dice tajante Gómez del Álamo.
Mientras llegan noticias de la Guardia Civil, los padres de Einar han solicitado a la dueña del perro, que vive en su mismo edificio, que mantenga alejado al animal de su hijo. El pequeño de Ramales ya está en casa recuperándose de la heridas.
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